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lunes, 10 de septiembre de 2018

LECTURAS DE VERANO I

summer readings
No recuerdo cuánto hacía que no encadenaba tantas lecturas seguidas y encima con tanto disfrute. No es que haya tenido más tiempo libre que otras veces, es que he sacado horas de donde fuera para acabar los libros que he empezado y devorado en pocos días, casi al ritmo de antes.
         Después de dejar aparcado Frankenstein (me he comprometido conmigo misma a retomarlo en algún momento, seguramente en invierno, a ver si así las condiciones meteorológicas añaden algo de encanto a la trama) me bebí, literalmente...
 
josé carlos somoza

 José Carlos Somoza es una apuesta segura, un autor al que admiro por múltiples razones y que siempre me hace disfrutar. Me gusta su estilo, las tramas que elabora y su capacidad camaleónica para abordar cualquier género. Tiene, eso sí, un sello propio. En cuanto a los temas o enfoques que se aprecian en casi todas sus novelas. Y también en el realismo o viveza que imprime en sus diálogos y en la confección de personajes, muy a menudo complejos pero totalmente creíbles (incluso cuando son claramente fantásticos). Y eso también me parece admirable, el equilibrio entre ser tú mismo y reinventarte a la vez en cada ocasión.
         En el caso que nos ocupa, La cuarta señal, nos encontramos en una época indeterminada, pero que nos suena enseguida a futuro próximo. La cosa va de ciberespacio, de realidades virtuales pero llevadas a un punto que hoy solo anticipamos, en el que la vida se desarrolla casi en mayor grado en esa dimensión artificial construida gracias a la tecnología. La «hipótesis» que sostiene la trama descansa en la música y la matemática, indisolublemente ligadas. Y se hace verosímil, creíble, por más fantástica que sepamos que es. Los personajes se ven envueltos en un misterio (con sus puntos de terror, algo habitual en la literatura de Somoza) que les fuerza a emprender un verdadero viaje interior en el que se descubren unos a otros al tiempo que a sí mismos.
         Me llama la atención un elemento que llamaré romántico, pero en su sentido verdadero, intenso, casi diría que ideal o utópico. Amor verdadero, amor del bueno. Algo no demasiado habitual en otras novelas del mismo autor, donde explora aspectos más terrenales o desde un punto de vista escéptico.
         En conjunto es una novela trepidante que se lee del tirón y que da, al mismo tiempo, para pensar un rato, sobre cuestiones muy de nuestros días.

*****

 Ana Morán Infiesta

Cambiando de tercio, continué con esta novela de mi colega Ana Morán Infiesta. Es posible que si yo, sin referencias de ninguna clase, hubiera leído la sinopsis de la novela y la etiqueta de «Pulp» que se le asigna; es posible, digo, que la hubiera dejado escapar, pensando «esto no es para mí». Ah, pero yo cuento con la ventaja de que sé cómo escribe Ana Morán y cómo construye sus historias. Y también sé de su amor por el género negro, del mimo que le pone a los detalles y a la ambientación, de su habilidad para mezclar lo sobrenatural con lo prosaico. Así que no había riesgo de perdérmela.
         El renacer de la concubina del demonio es novela negra, en el sentido de que una de sus protagonistas principales es una detective privada realmente antológica (con unas cuantas capacidades extra, eso sí), con métodos de trabajo propios del gremio. Es también novela fantástica, ya que la trama de ese tipo que subyace tiene su peso específico y está perfectamente diseñada, de forma coherente con el resto. Y es pulp: aquí no encontraremos, porque no es el objetivo, elementos de denuncia, sociales o políticos, sino que lo que se pretende, básicamente, es hacernos disfrutar. Y así, nos involucramos activamente en la resolución del caso, siguiendo los pasos de Liz O'Hara, y nos emocionamos con todos los demás aspectos que la autora introduce: erotismo, suspense, intriga, y escenas y escenarios con tintes góticos.
         En resumen, lectura adictiva que deja muy buen sabor de boca.

To be continued

4 comentarios:

  1. En mi niñez devoraba a diario un libro, ahora leo en internet. Algunos me los compra mi pareja. Bienvenida después de las vacaciones.

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  2. Y a ti. Siempre me alegran tus comentarios. Pues sí, yo también he sido siempre una lectora voraz, pero de un tiempo a esta parte me faltan las horas. Es algo que echo en falta. También es verdad que, sin saber por qué, cada vez me cuesta más encontrar lecturas que me «enganchen» como antaño.

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  3. ¡Ey! Gracias Ilustrísima Bruja del Centro por vuestras palabras. Me complace que hay disfrutado vuestra merced con las aventuras de Liz, pese a que la antagonista malévola sea una integrante de nuestro gremio brujeril xdxd

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  4. XD Te lo perdono de buen grado. Solo nosotras podemos vilipendiar a una colega. Y además, le pones tal clase, tal glamour y una maldad tan refinada... Que es que hay que quererla XDD

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