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viernes, 9 de mayo de 2014

Mujeres que se escriben

Hoy nuestra estrella invitada es…

Eva García Sáenz de Urturi (Vitoria, 1972) vive en Alicante desde los quince años. Diplomada en Óptica y Optometría, durante una década ocupó diversos puestos de dirección en el sector óptico y posteriormente desarrolló su carrera profesional ocupando una plaza de titular en la Universidad de Alicante.

En 2012 irrumpe en el mundo de la literatura con su novela La saga de los longevos, un fenómeno de ventas y crítica que ha sido traducida al inglés y publicada con gran éxito en Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia.

En la actualidad prepara el lanzamiento de su próxima novela el 4 de junio de 2014, “Pasaje a Tahití”, con la editorial Planeta, además de impartir cursos y ponencias de marketing, motivación  y literatura.

Podéis encontrar más referencias en los siguientes enlaces:




LCE -Muy buenos días. ¿Preparada para convertirte en la siguiente víctima de la sección?
EGS –Sin problemas, preparada.
LCE –Hoy continuamos la sección indagando en los gustos y aficiones literarias de Eva García Sáenz, que viene dispuesta a responder nuestras preguntas y a hablarnos de su trabajo. Empecemos como de costumbre: ¿Por qué y cómo empezaste a escribir?
EGS –Antes y por encima de ser escritora soy lectora. Digamos que soy una biblioadicta que escribe. Comencé a escribir en 2009, cuando me planteé comenzar mi primera novela, “La saga de los longevos”.
LCE - ¿Cómo definirías tu estilo? ¿Crees que ha variado a lo largo del tiempo?
EGS –Mi objetivo a la hora de escribir es que el lector se involucre en la historia y se crea los personajes. Es más, hago todo lo posible para que sigan en su mente durante una temporada, aunque hayan acabado la novela.
En cuanto a si ha variado, creo que ha habido una evolución desde “La saga de los longevos” a “Pasaje a Tahití”, la novela que la editorial Planeta publicará en Junio de 2014. La narración transcurre en una época histórica muy concreta y en tres escenarios muy diferentes, por lo que el trabajo de documentación ha sido muy exhaustivo y lo que he buscado es que el lector tenga una sensación de inmersión. Quiero que cuanto termine la novela sepa exactamente cómo se vivía en aquella época.
LCE – Eso es muy interesante para mí, ya que como lectora busco precisamente eso en una novela histórica, que me transporte al tiempo en el que se desarrolla. Por otra parte, ¿crees que tu escritura posee algún rasgo específico por el hecho de ser mujer?  Y si es así, ¿cuál crees que pueda ser?
EGS –No, no me planteo que mi género determine mi manera de narrar.
Una de las grandes sorpresas que me llevé con “La saga de los longevos” es que la mitad de mis lectores son hombres. La otra sorpresa es que el rango de edades de mis lectores, hombres y mujeres, va de los 16 años a los 93. Los lectores que se leían la novela me escriben contándome que se la recomendaron a su padre, madre, marido, hijas, hermanas… y que todos la devoraron en tres días. Para mí fue muy sorprendente que ocurriera.
LCE - ¿Te has sentido discriminada alguna vez en el mundillo literario?
EGS –No, al contrario. Lo que suele generar mi caso es interés, así que se me acercan muchos escritores, desde noveles, pasando por midlist, hasta consagrados. Todos tienen mucha curiosidad por saber cómo se autopublica con éxito en digital, qué hay que hacer para tener una plataforma de lectores tan amplia y que genere tanto engagement…
LCE Es cierto, eso es un aspecto a destacar, ¿te apetecería explicarnos con más detalle cuál fue el proceso de publicación y promoción de La saga de los longevos? Si te parece, lo dejaremos como algo pendiente, creo que da para una buena entrada y que muchos lectores estarían encantados de conocer los entresijos de la edición. Mientras, y cambiando de tercio, me gustaría saber tu opinión sobre los géneros literarios, ¿prefieres moverte en un género específico o bien no atarte a ninguno, para que tu obra no sea encasillada?
EGS –Con el género literario y mis novelas suele haber un problema bastante serio de etiquetación. “La saga de los longevos” tenía parte de histórica, historia de amor, ficción contemporánea… pero debido a la premisa de la novela, una revisión realista del mito de los inmortales, mucha gente la etiquetó como novela fantástica. De hecho en Estados Unidos y Reino Unido la novela en inglés se está vendiendo como Fantasy, Paranormal, Urban, etc… y ha alcanzado el  número uno a nivel nacional como novela de fantasía, por delante de Juego de Tronos, que es una fantasía épica.
Entiendo que eso no es bueno para una novela, hay muchos lectores que se acercan con prejuicios a ella, y luego me escriben contándome que les ha encantado la parte arqueológica e histórica de la novela.
En cuanto a “Pasaje a Tahití”, es ficción histórica, una especie de “Españoles por el mundo” del siglo XIX, donde se cuenta la historia de dos hermanos que tienen que emprender en una colonia muy ajena a su cultura.
LCE - ¿Qué objetivos te marcas como escritora a partir de ahora?
EGS – Mejorar en cada novela y que cada historia haga que mis lectores se evadan, aprendan y se emocionen. Ni más ni menos.
LCE - ¿Hay algo más que quieras contarnos?
EGS –Que espero que disfrutéis de mi próxima novela, “Pasaje a Tahití”. Os dejo un pequeño anticipo.

Pasaje a Tahití

Eva García Sáenz



Dos hermanos mallorquines y la hija de un cónsul inglés fundarán el imperio de las perlas cultivadas en el Tahití de 1890

1890. Bastian y Hugo Fortuny parten a Tahití en busca de una oportunidad después de perder su trabajo como sopladores de vidrio en su Mallorca natal. Durante la travesía conocen a Laia Kane, la hija de un cónsul inglés corrupto en Menorca al que han desterrado a la isla de la Polinesia. Este encuentro marcará la vida de los hermanos Fortuny y de Laia para siempre.

1930. Denis Fortuny, el heredero del imperio de las perlas de lujo en Manacor, decide viajar a Tahití para averiguar el misterio que se oculta tras sus primeros años de vida.


Una  historia épica de amor, superación, lazos familiares y secretos con el telón de fondo del Tahití colonial y el fascinante origen de las perlas cultivadas.

domingo, 4 de mayo de 2014

Proclama del día de las madres

Julia Ward, by John Elliot and William H. Cotton 

¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazones, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas! Digan con firmeza: 'No permitiremos que los asuntos sean decididos por agencias irrelevantes. Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanzas. No se llevarán a nuestros hijos para que desaprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia'. Nosotras, mujeres de un país, tendremos demasiada compasión hacia aquellas de otro país, como para permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos. Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice '¡Desarma! ¡Desarma!' La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión. En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, el arreglo amistoso de cuestiones internacionales.
Julia Ward Howe, Proclama del día de las madres

En 1870 Julia Ward escribió estas palabras como expresión de un sueño: unir a las madres de todo el mundo en contra de la guerra. No lo consiguió entonces, pero su sueño no murió por completo, su pensamiento y sus palabras influirían en un puñado de mujeres, que se esforzaron por "humanizar" en lo posible las condiciones de los soldados que lucharon, en ambos bandos, en la Guerra Civil americana, y continuaron su ideario pacifista. Más tarde se promovió la creación del "día de las madres" que, a partir de 1914, se celebraría en Estados Unidos cada año el segundo domingo del mes de mayo.
         Como muchas otras iniciativas loables, acabó siendo utilizada con fines comerciales y ya pocos recuerdan cuál fue el origen de dicha fecha, celebrada en gran parte de países del mundo, ni a la mujer que lo concibió.
         ¡Vaya por ti, Julia Ward!

viernes, 2 de mayo de 2014

Mujeres que se escriben

Hoy nuestra estrella invitada es Bel Carrasco


Bel Carrasco (Valencia, 1952) es periodista y ha trabajado en El País y diversos medios valencianos. Desde hace más de 15 años colabora en la sección de Cultura de El Mundo Valencia y tiene el blog Zoocity en la edición digital. Le encantan los animales, pasear por el campo y nada casi una hora todos los días haga frío o calor.





LCE -Muy buenos días, Bel. ¿Preparada para convertirte en la siguiente víctima de la sección?
BC –Encantada, pero espero que la tortura sea sólo metafórica, ja, ja...
LCE –Continuamos con la sección “Mujeres que se escriben”, indagando en los gustos y aficiones literarias de la autora Bel Carrasco, que ha aceptado muy amablemente participar en el blog y ofrecernos una muestra de su trabajo. Empecemos con la primera pregunta de rigor: ¿Por qué y cómo empezaste a escribir?
BC –A los 12 años empecé a escribir el típico diario adolescente y desde entonces no he parado, aunque con distinta intensidad y ritmos. Más tarde tuve un breve brote poético, pero mi profesión de periodista absorbió todas mis energías durante años. Fue ya a partir de los 40 cuando empecé a practicar una escritura creativa. Primero en columnas de opinión en la edición valenciana de El Mundo y también con cuentas infantiles y para adultos. Mi primera novela, 'El relojero de Real' (Atlantis) se publicó en 2012 y he participado en dos proyectos colectivos de Bibliocafé, colecciones de relatos sobre animales de compañía y sobre el amor a los libros. 'Las semillas del madomus' es mi segunda novela, una obra de aliento juvenil pese al hecho de ser como soy una escritora tardía. He necesitado vivir y leer mucho, antes de ponerme a contar las cosas desde mi punto de vista.
LCE - ¿Cómo definirías tu estilo? ¿Crees que ha variado a lo largo del tiempo?
BC –Lo definiría como ágil. Ágil y proteínico, sin una molécula de grasa. Es debido a mis muchos años de periodista, un entrenamiento que te obliga a ir al grano, prescindir de adjetivos redundantes y sintetizar al máximo los contenidos. Y no sólo eso. Soy una persona muy nerviosa y móvil, suelo hacer las cosas rápidamente, excepto escribir que requiere sosiego y calma. La forma de escribir  te refleja más fielmente que un espejo.  Cada frase te retrata y cada historia te desnuda. En cuanto a la evolución, creo que voy ganando soltura y a la vez profundidad.
LCE - ¿Crees que tu escritura posee algún rasgo específico por el hecho de ser mujer?  Y si es así, ¿cuál crees que pueda ser?
BC –Creo que no, aunque puede ser que lo tenga y yo no sepa detectarlo.
LCE - ¿Te has sentido discriminada alguna vez en el mundillo literario?
BC -No, nunca. Crecí en una sociedad española muy machista, pero gracias a la lucha de muchas mujeres y algunos hombres la situación cambió radicalmente. A principios de la Transición ser mujer y contar historias de mujeres era una baza a tu favor, que en mi caso concreto no pude usar, porque en esa época el periodismo (y los hombres) me ocupaba todo el tiempo. Luego las cosas se han normalizado y aunque hay una literatura orientada a las mujeres, que somos las que más leemos, no creo que las autoras suframos discriminación. Otra cosa es la precariedad de este oficio, pero tanto para chicos como para chicas.
LCE – Ahora cambiemos de tercio: ¿Qué género literario prefieres?  ¿O eres en cambio de esos autores que prefieren no ser encuadrados en uno específico?
BC –Más bien lo segundo. Ya que he empezado tarde me gustaría probar un menú variado. Empecé con una novela realista de intriga, luego un relato fantástico y ahora estoy terminando una novela negra con ribetes románticos. Creo que volveré a lo fantástico porque da una gran libertad, pero ya veremos. Como dice Rosa Montero, las historias nos eligen.
LCE - ¿Qué objetivos te marcas como escritora?
BC – No aspiro a la fama ni a la gloria, sino a seguir escribiendo tranquilamente algunos años más, porque las palabras ponen orden y luz en mi vida, me ayudan a vivir. Y si mis libros gustan y son leídos, miel sobre hojuelas. 
LCE - ¿Algo más que quieras contarnos?
BC – ¡Uff, tantas cosas! Pero sólo diré a los lectores de este blog que no dejen nunca de leer. Se puede disfrutar una vida plena y feliz sin libros. Pero con ellos vivimos otras muchas vidas, viajamos a lugares que ni siquiera existen y, sobre todo, aprendemos a conocernos mejor a nosotros mismos y a quienes nos rodean. Ese conocimiento  ayuda a ser  más feliz y a que los otros también lo sean. Al menos, intentarlo.
LCE - Y para terminar: ¿querrías presentarnos tu novela?


BC - 'Las semillas del madomus' es un relato fantástico que rinde homenaje a los grandes maestros del género, desde ‘El Señor de los anillos’ a ‘Juego de tronos’ y’ El nombre del viento’, entre otros muchos títulos que he leído. Cuenta el accidentado viaje que emprende  Hanna a lo largo de la isla de Ylliria, asolada por la guerra, en busca de sus orígenes e identidad. Es una historia de aventuras que reflexiona sobre la importancia de las raíces y la necesidad de proteger la naturaleza, con un trasfondo ecológico y feminista. Ha sido publicada para adultos, pero creo que puede enganchar a lectores jóvenes a partir de los 13 años, edad de la protagonista.

Las semillas del madomus

Bel Carrasco


SINOPSIS

Al norte del gran lago Damago, vive Hanna con su abuela Gina. A causa de un trágico suceso, se ve obligada a huir de su casa junto a varios amigos y  emprenden un viaje que le enfrenta a terribles peligros. Los monstruos mutantes de la ciénaga, salvajes antropófagos, y los piratas de Quant Fang, traficantes de niños usados como juguetes sexuales por los pervertidos.  Tras sufrir muchas aventuras y penalidades, llegan a la próspera ciudad de Alzahára donde son bien acogidos. Desde allí Hanna, siguiendo los consejos de su abuela, prosigue su camino hacia el sur junto una curiosa 'trouppe' de cómicos y acróbatas. Una vez en Tetra, la capital de Ylliria, cae en las garras de la malvada Reina Delys, pero es rescatada por las líderes de un grupo de mujeres guerreras. Con ellas y Hugo de Barzán, joven caballero del que se ha enamorado, emprende de nuevo la marcha hacia el sur por caminos cada vez más agrestes en los que  tropiezan con la cara más siniestra de la guerra, un grupo de desertores y bandidos por los que son capturados. Una vez superado ese escollo, llega  por fin a Tierra Ignota, último refugio de las mujeres que cientos de años atrás gobernaron el destino de Ylliria. La anciana Moira responde a las preguntas que azuzan la mente de Hanna, ansiosa de conocer sus orígenes, le revela su verdadera naturaleza y le muestra su complicada misión. Debe poner fin a la guerra y encontrar las semillas de los Madomus, árboles mágicos, pues sólo ellos traerán una paz duradera.