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jueves, 25 de mayo de 2017

Diosas del Huerto - Las protagonistas

MAMA QUILLA
La diosa inca de la luna

Octavio Cordova
 Octavio Cordova (OctavioGfx)

Y llegamos a América, en este viaje mitológico que tuvo como fin escribir un guión.
         He de decir que, después de las complicaciones halladas en África y Oceanía, la elección de una divinidad femenina, ligada a la luna, que representara en su conjunto al continente americano resultó en comparación mucho más sencilla. Enseguida resaltó entre las distintas creencias que iba repasando la figura de Mama Quilla, divinidad quechua que cumplía mis objetivos principales.
         Al principio de este estupendo artículo de Guillermo Llerena Cano vemos reflejados sus principales atributos, que son al tiempo las razones de que Mama Quilla y yo nos aviniéramos tan bien a la hora de construir mi performance:

Diosa inca de la luna

 

Mama Quilla, diosa-madre de la fertilidad en la cosmovisión quechua.


La Luna ha sido el símbolo atemporal y universal que ha representado a la mujer en las creencias de todas las civilizaciones del planeta. Para el hombre primitivo la Luna era el símbolo natural de la esencia femenina, en contraste con la esencia masculina considerada de carácter solar. La íntima conexión entre muchos ritos de fertilidad femeninos y la Luna se manifiesta por su asociación con una simbología referente a los órganos reproductivos femeninos,  a la gestación y al parto.
         En las civilizaciones costeras y  andinas de América pre-hispánica el culto a la Luna fue ampliamente generalizado, aunque queda claro que no en todos los casos sus ritos ceremoniales  fueron registrados o simbolizados y en muchos otros adoptaron formas y manifestaciones confusas.
         En la cosmovisión inca, la madre Luna (Mama Quilla), hermana y esposa del padre Sol (Taita Inti)  era la guardiana y protectora de todas las manifestaciones y aspectos femeninos del universo quechua. Los cambios que el astro manifestaba durante su ciclo orbital derivaron en  un calendario lunar que regía diversos aspectos del universo andino y funcionaba de manera paralela al calendario solar. En términos específicos, la Luna y sus fases indicaban los periodos de gran fertilidad de la tierra (Mama Pacha) y ejercían influencia directa en la fertilidad de las mujeres.
...
 
dioses incas

En la religión inca Mama Quilla era la hermana y esposa del dios Sol Inti. Se la conocía también como Quilla, Illa, o Mama Illa. En algunas tradiciones también se dice que es hermana del primer hombre Manco Capac y madre de Mama Oello. Su representante en la tierra era la mujer del emperador inca. Supervisaba los matrimonios, las fiestas y los calendarios. 
         Representaba a la Luna y acompañaba a Inti en igualdad de rango en la corte celestial.
         También era considerada Madre del firmamento y, como tal, marcaba las épocas de las cosechas y asumía la protección de todo el universo femenino.
         A la diosa Mama Quilla estaba adscrito el fervor religioso de las mujeres, las que formaban el núcleo de sus fieles seguidores, ya que nadie mejor que ella podía comprender sus deseos y temores, y darles el amparo buscado.
         La plata se vinculó con la Luna, y en sus templos había objetos de ese metal. En el décimo mes del calendario inca Coya Raimi (Septiembre), se llevaba a cabo una celebración en su honor, un fiesta especial para las mujeres.

santuario luna quechua


El centro arqueológico de Quillarumiyoc ("Luna de piedra"), se encuentra ubicado a 3.600 m.s.n.m. en la provincia de Anta, departamento de Cuzco.
         Está considerado como el único centro ceremonial dedicado a la mujer, a lo femenino y su vínculo espiritual con la Quilla o Luna. En la imagen la huaca principal con la superficie tallada que simboliza generación de la luz y la luna.


Hipólita Ols
Hipólita Ols

Los incas veían a la luna como un gran disco plateado y las marcas o cráteres de la luna se atribuían a los rasgos de la cara de Mama Quilla. Cuando había un eclipse se decía que una serpiente o algún gran felino intentaba comerse a la diosa con lo que cada vez que había uno se armaba un gran jaleo para espantar al animal. Además de en Quillarumiroc, la diosa era adorada en diversos templos. En Coricancha, el templo del Sol de Cuzco, su estatua estaba rodeada de las momias en pie de las esposas de los emperadores incas. Por algo era la diosa más adorada por las mujeres incas.

martes, 23 de mayo de 2017

Diosas del Huerto - Las protagonistas

KALI - La Diosa hindú, la Diosa dual

 Kali magnífica


Para rastrear los orígenes de la Diosa Kali acudiremos a la web GRAN MISTERIO donde se dice lo siguiente:

«Aparece por primera vez en el texto Rig Veda, a mediados del Siglo II a. C., pero no como una diosa, sino como una de las siete lenguas de Agni, el dios del fuego.
         Ya entre el año 300 y 600 de la era cristiana se le relaciona con la diosa Kalika, quien aparece en los Puranas, en el texto Devi Mahatmiam, del libro Markandeia-puraná. Allí se cuenta que emanó de la frente de la diosa Durgá, la asesina de demonios, en una de las batallas entre las fuerzas del bien y del mal. En ese relato Kali surgió para enfrentar al demonio Raktavija, quien amenazaba al mundo con un terrible poder, el de producir copias de sí mismo con cada gota de sangre que se derramaba al suelo. Kali para derrotarlo agarró su sangre antes de que cayera y le chupó el cuerpo hasta secárselo, luego se tragó a los pequeños Raktavijas.
         Otra versión dice que Kali creó de su sudor a dos hijos para que la ayudaran en la batalla, dándoles dos pañuelos anudados llamados “rumal” para que acabaran con el demonio estrangulándolo, ya que así no derramaría sangre

Hay otro mito que relaciona a la Diosa Kali con el Dios Shiva:
         La diosa Kali nació cuando Shiva miró dentro de sí mismo y es fruto de su ira. Como ya se había dicho, representa la energía de Shiva, y se le asocia con la destrucción porque Shiva representa esto en la trinidad hindú.
         Se dice que Shiva la tranquiliza desafiándola a un baile silvestre llamado deltandava, y también apareciendo como un bebé que llora, conmoviendo así sus instintos maternales. Cuando se dice que Shiva representa la destrucción, se refiere a la destrucción de lo viejo para dar paso a lo nuevo. Por ejemplo, las ideas erróneas que imperan en la humanidad tienen que ser destruidas de la conciencia de la gente, para dar paso a las verdaderas. En cuanto al universo, cuando llega el final de este (el Manvantara Universal), todo se consume, entra en Pralaya, para posteriormente volver a surgir perfeccionado.


Kali serena


Hay una religión hinduista llamada Shaktismo que adora a la diosa Kali despojándola de su violencia. Los pioneros de esta religión fueron los poetas shaktas, adoradores de sákti (la energía), en el siglo XVIII. Consideran que solo las personas educadas en viejas tradiciones la ven como una diosa iracunda. Los shaktistas realizan yapa de la diosa Kali (el yapa es la repetición del nombre de algún dios para que, por medio de la concentración, se logre la unión con ese dios después de la muerte). El famoso santo bengalí Rama Krishna, quien supuestamente se iluminó en todas las religiones, fué un gran devoto de ella.

Kali maternal


En la misma línea de los shaktistas, el movimiento piadoso reciente concibe a Kali como la benévola Diosa madre, la más generosa y amorosa de todas las diosas hindúes. La madre cariñosa y protectora que alimenta con su pecho a un Shiva niño, después de la batalla contra los demonios. Como quiera que se la represente y la conciba, Kali se manifiesta como quien aniquila el poder masculino demoníaco con el fin de restaurar la paz y el equilibrio; restableciendo el orden cósmico.
          Debido a su terrible apariencia se la considera una gran protectora a quien acudir en momentos de necesidad y pesar. También representa a la madre del lenguaje y de todos los mantras.

Otras descripciones de ella que destacan esos aspectos:

Kali, llamada también la mujer negra, es la energía del Dios Shiva. Kali es la diosa principal en la religión hinduista y está considerada como LA GRAN MADRE, o LA MADRE UNIVERSAL. Kali representa el aspecto destructor de la Divinidad, es destructora de la maldad y de los demonios.
         Es la santa patrona de la ciudad de Calcuta y en su templo se hacen sacrificios de animales en su honor. Tiene cuatro brazos; en uno lleva la espada, en otro la cabeza del gigante que mato y bebió su sangre y con las otras dos está animando y bendiciendo a sus devotos.
         Lleva colgado un collar de 51 calaveras humanas que simbolizan el alfabeto sánscrito y como pendientes 2 cadáveres humanos. Cuando a Kali se le quiere y demuestra amor deja de dar miedo, porque ella puede llegar a ser una diosa maternal y tierna con sus devotos. El amor de Kali es como su furia, infinito, ilimitado y eterno.

Kali benévola

Diosa dual.
Creadora y destructora. Benévola y vengativa. 

Kali terrible

Kali es una diosa destructiva y creadora, protege a las mujeres maltratadas y posee un poder sorprendente. Aunque generalmente se la conoce como un ser violento, Kali es una diosa con una historia compleja.
         Es la encarnación de la fuerza femenina, una fascinante personalidad que expresa la energía primordial. Cuando ella nació del entrecejo de Durga, los cielos se llenaron de un rugido atronador. Esta Diosa, con una larga y compleja historia dentro del Hinduismo, es la representación del dualismo que salva a la vida a través de la aniquilación. Es la Diosa inspiradora de un temor reverencial y encarna tanto a la madre buena como a la terrible; a la creadora y la destructora en su forma de vida, amor, muerte y destrucción.
         El significado primordial del arquetipo de Kali es la destrucción total del mal para crear un nuevo y limpio estado de conciencia. Ella representa el flujo eterno de la vida, del que surgen todas las cosas y luego desaparecen, es la causa de todo cambio.
         Todos los contrarios de la vida se combinan en su figura: bueno-malo, vida-muerte, creación y destrucción. No se concibe la existencia de uno sin el otro y estos atributos son solo polaridades de una Unidad. Al considerar la vida y la muerte como un ciclo de la Unidad, se puede vivenciar la creación como una forma de expresión después de la destrucción de lo viejo, así se convierte en una acción más, permanente y constructiva.

viernes, 19 de mayo de 2017

Diosas del Huerto - Las protagonistas

PAPATUANUKU - La Diosa Maori

Papatuanuku

Papatuanuku

El mismo problema que en África: ¡Oceanía es tan grande y tan variada! Contiene tantas culturas, credos y ritos...
         Después de mucho buscar acabé decantándome por la cultura maorí y su preciosa historia de la creación del mundo.




Al comienzo no había cielo, ni mar, ni tierra, ni dioses. Había sólo Te Kore, la Nada.  El verdadero comienzo partió de la nada. De este vacío salieron los padres primigenios. De ese vacío surgió Papa, la Madre Tierra. De ese vacío surgió Rangi, el Padre Cielo.
 

Papatuanuku y Ranginui

 

Leyenda extraída del BLOG DE BANDERAS: 


Un día, Rangi-nui (el cielo que está sobre nosotros) sintió un deseo muy fuerte por Papa-tua-nuku (la tierra) cuyo ombligo apuntaba siempre hacia arriba. La deseó para que fuera su esposa y así, Rangi descendió hacia Papa. Durante esa época, la luz en el universo era inexistente y la oscuridad absoluta – conocida como po-kutikuti kakarauri – dominaba todos los doce cielos. No había sol, no había luna, no había estrellas, no había nubes, no había luz, no había aire… sólo una quietud y oscuridad total y absoluta.

Rangi-nui, entonces, se unió con Papa-tua-nuku y empezó a vivir con ella como su esposa. Luego procedió a sembrar algunas plantas para cubrir la desnudez de Papa, para sus axilas, su cabeza y su cuerpo, y después sembró algunos árboles más pequeños para vestirlos a ellos dos… El cuerpo de la tierra ya no estaba desnudo.
Después de que todas las criaturas habían sido plantadas por Rangi-nui en el cuerpo de Papa, ellos procedieron a crear su propia descendencia, es decir, los Dioses.
         Como Rangi-nui cubrió completamente de hijos a Papa —70 en total, todos de sexo masculino ninguno de ellos podía crecer o madurar, ninguno de ellos podía reproducirse o incrementarse. Todos estaban ubicados dentro del abrazo que se daban Rangi y Papa
Un día, un pequeño rayo de luz, diminuto como el resplandor de las estrellas más lejanas, fue visto desde el interior del abrazo. Ese rayo de luz hizo crecer el deseo en los nuevos dioses de abandonar el espacio entre sus padres y perseguir la luz que habían visto. Algunos de los dioses estuvieron de acuerdo pero otros no y esto generó una importante confrontación entre ellos.
         Unos querían ver la luz, otros estaban cómodos en la seguridad de lo que había sido su hogar por 7 Pō. El más valiente de los hijos, Tūmatauenga, dijo que lo mejor era matar a sus padres. Su hermano Tāne, sin embargo, estuvo en desacuerdo y propuso que los separaran de tal forma que Rangi fuera un extraño en el cielo sobre ellos mientras Papa, la madre tierra, permanecería debajo de ellos para alimentarlos y protegerlos. La mayoría estuvo de acuerdo con Tāne y pusieron el plan en marcha. Rongo, el dios de la comida cultivada, empezó empujando para tratar de separar a sus padres y luego fue acompañado por Tangaroa, el dios de los mares, y su hermano Haumia-tiketike, el dios de la comida salvaje. Pero, a pesar de sus esfuerzos conjuntos, Rangi y Papa continuaban juntos en su abrazo de amor. Luego de muchos intentos, Tāne, dios de las selvas y las aves, empujó fuertemente hasta que logró separar a sus padres. En lugar de ponerse de pie y empujar con sus manos como habían hecho sus hermanos, él se acostó en su espalda y los empujó con sus fuertes piernas… estirando cada músculo.
         Tāne empujó y empujó, hasta que Rangi Papa fueron separados en medio de gritos de dolor y tristeza. Y así, los hijos de Rangi Papa vieron la luz y tuvieron espacio para moverse por primera vez.

Pero mientras la mayoría de los hijos había estado de acuerdo con la separación, Tāwhirimātea, el dios de las tormentas y los vientos, estaba extremadamente enojado al ver que sus padres habían sido separados. No podía tolerar los llantos de sus padres o las lágrimas de Rangi al ser separado de su amor. Prometió a sus hermanos que, a partir de ese momento, tendrían que soportar su ira permanente.
         Entonces voló hacia los cielos a encontrarse con Rangi, su padre, y allí permaneció para siempre, enviando vientos y tempestades.


El mismo mito contado en el blog UN AGUJERO EN EL SUELO,
de Nicolás Cuervo González

Ranginui y Papatuanuku

La Creación


“En el principio estaba Te Kore, la Nada, y de Te Kore vino Te Poo, la Noche. En esa impenetrable oscuridad, Rangi, el Padre del Cielo, yacía en los brazos de Papa, la Madre Tierra”.

Los dioses de Aotearoa son hijos directos de Rangi (Cielo) y Papa (Madre Tierra), lo cual puede servir de ejemplo para demostrar cómo la cultura maorí está ante todo asentada en el respeto a la naturaleza, su entorno. Estos dioses “habitaban” el estrecho espacio que había entre los cuerpos de sus padres, pero todos ellos anhelaban libertad, vientos silbando en lo alto de afiladas colinas y a través de profundos valles, y luz, luz para dar calor a sus pálidos cuerpos.
Así que se preguntaron qué hacer, necesitaban su propio espacio, necesitaban luz. En estas se encontraban los, a la postre, dioses del pueblo maorí, cuando uno de ellos, Taane-mahuta, padre de los bosques, de todas las cosas vivientes que aman la luz y la libertad, se puso en pie, y así permaneció durante mucho tiempo, más de lo que uno puede aguantar sin respirar. Aguantó de pie, silencioso e inmóvil, aunando toda su fuerza hasta que estuvo preparado. Entonces, apretó sus manos contra el cuerpo de su madre, reposando toda su fuerza en ellas, y con sus pies empujó hacia arriba tan fuerte como pudo el cuerpo de su padre; los cuerpos del cielo y la tierra se resistieron todo cuanto pudieron, sin intención de poner fin a su enlace, pero finalmente terminaron separándose forzosamente.

Sello Nueva Zelanda


Fue el feroz empuje de Taane lo que separó el cielo de la tierra“, dice una antigüa creencia maorí; “Así que fueron separados, y la oscuridad se manifestó, como también lo hizo la luz“.

Mientras Rangi ascendía separándose cada vez más del cuerpo de su amada Papa, los vientos comenzaron a rugir furiosos y llenaron el espacio que se iba creando entre los dos amantes. Taane y sus hermanos permanecían expectantes ante todo lo que estaba pasando, contemplando por primera vez las curvas del cuerpo de su madre, la Tierra, y así fue como vieron aparecer desde los hombros de su madre un plateado velo de niebla, su forma de expresar el lamento por su pareja recién perdida. A su vez, Rangi, desde las cada vez más lejanas alturas, empezó a llorar, y con rapidez sus lágrimas bañaron de lluvia el cuerpo de Papa, la Tierra, creando lagos y ríos que corrían entre las serpenteantes y onduladas curvas del cuerpo de Papa.
         Taane, pese a haber sido el ejecutor de la forzosa separación de sus padres, los quería por igual, y necesitaba hacer algo por ellos para calmar la pena. Primero, quiso vestir el cuerpo de su madre con una belleza nunca antes soñada en el mundo de la oscuridad en el que habían permanecido hasta entonces. Hizo crecer a sus propios hijos, los árboles, y los liberó para que poblasen la tierra. Pero en esos primeros días, Taane, pese a ser un dios, era como un niño que adquiere inteligencia a través de las pruebas, los errores y los aciertos. Así que plantó los árboles al revés, dejando a sus inutilizadas raíces boca arriba, inmóviles y hambrientas, y sus copas enterradas bajo tierra, donde no había lugar para otros de sus hijos, como los pájaros e insectos. Ante esta visión, Taane desenterró uno de los gigantes kauris (árboles autóctonos y ligados fuertemente a la mitología) y sacudiéndole la tierra de su copa, volvió a enterrar sus raíces, y la brisa jugó con las hojas, cantando la canción del nuevo mundo que acababa de nacer.
         De esta manera fue como la Tierra se cubrió de un precioso manto verde de vegetación, los pájaros cantando y volando entre los bosques, el mar bañando sus orillas, y los dioses trabajando cada uno en su tarea, bajo las sombras de los jardines sagrados de Taane. Solo uno de entre los setenta dioses abandonó el lecho de su madre para seguir el camino de su padre; era Taawhiri-maatea, el dios de todos los vientos que azotan el espacio entre cielo y tierra.

Luego falta explicar, claro, cómo se crearon los hombres, ya que todos los hijos de Papa y Rangi eran varones. Pero eso es otra historia, que los maoríes tienen bien explicada.


Extraído del blog HISTORIAS, MITOS Y LEYENDAS

...Más adelante, Tañe se buscó una compañera. Primero se aproximó a su madre, Papa, que lo rechazó, y después se emparejó con diversos seres con los que tuvo hijos de varias clases: animales, piedras, hierba y arroyos. Pero deseaba una compañera con forma humana, como él mismo; siguiendo el consejo de Papa, modeló el primer ser humano, una mujer, con la arena de la isla de Hawaiki, le insufló vida y la mujer se convirtió en Hine-hau-one, la «doncella-creada-de-la-Tierra», que tuvo una hija, Hine-titama, «Doncella del Alba», a quien Tañe también tomó como esposa.
         Hine-titama no sabía que Tañe fuera su padre y cuando descubrió la verdad huyó al oscuro reino de los infiernos. Tañe la persiguió, pero ella le gritó que había cortado el cordón del mundo. Desde entonces permanece allí y arroja a sus hijos a la tierra: así es como la humanidad se hizo mortal. Por tanto, Hine-hau-one posee un carácter doble: como origen del primer nacimiento y de la primera muerte humanos.

viernes, 12 de mayo de 2017

Deudas de la memoria

Tuomas Korpi
Tuomas Korpi, Arrival at Svetoslav Sanctuary (digital painting)

Lo ha vuelto a hacer. Andaba yo en las ramas más altas del blog, ocupada en asuntos de Diosas Madres (por eso precisamente estaba arriba, tratándose de un tema tan elevado...), trajinando con mis propios papeles, cuando he sentido una sacudida en el aire que me ha hecho ir corriendo a una de las ventanas y mirar afuera, a ver qué era esa inesperada anomalía atmosférica.
         Era él, el duende documentalista. Venía montado en una de las barquichuelas levitadoras que usamos para viajar entre plantas (no entre plantas de las verdes, naturalmente, me refiero al tipo de plantas que también se llaman pisos), cada vez que tenemos que subir o bajar desde los sótanos que hay en las raíces de nuestro árbol palacio, hasta los brotes-habitaciones que se distribuyen a diferentes alturas.
         Parecía muy agitado, como cada vez que encuentra algún hallazgo imprevisto. Se notaba que apenas podía contener su impaciencia. Entonces se ha puesto a hablarme con gran apasionamiento. Bueno, si puede considerarse hablar a esa especie de jerigonza gesticulante que usan los duendes. Sabéis, ¿no?
         Me ha contado que una caja misteriosa de color lavanda ha aparecido por arte de magia (¿cómo si no?) en uno de nuestros despachos, a la hora del almuerzo. Luego ha tenido la desfachatez de lanzarme un fajo de papeles a la cara, que he cogido de milagro, ha hecho su habitual reverencia*** y se ha vuelto a marchar camino abajo.

***  Muy poco reverente, no os creáis, que los duendes no saben lo que es el respeto. Sospecho que ni siquiera tiene claro quién manda aquí, o en cualquier otro lado; pues son estos, individuos muy anárquicos que no reconocen más autoridad que la suya.
 
         Bien, ¿y qué demonios me ha traído? ¿Merecía la pena la interrupción? Ya lo creo que sí. El duende, por más que sea una criatura rebelde y antojadiza, sabe lo que se hace. Y así, esta vez ha descubierto un blog de lo más interesante: Algo más que sombras
         Un blog que se dice dedicado a la «visibilización de la literatura escrita por mujeres». Con ese objetivo se han propuesto editar una serie de cuadernillos con carácter de libro libre (para que cualquiera pueda hacerse con ellos y disfrutarlos) para acercar a los lectores la obra de un montón de autoras que fueron apartadas del canon y olvidadas.
         El primer cuadernillo está dedicado a la poesía de las mujeres de la Generación del 27, injustamente olvidadas y apartadas de la consideración que se otorga desde las aulas y las instituciones a sus colegas masculinos. Se puede descargar en PDF desde el propio blog.
         Es una labor muy parecida a la que están llevando a cabo desde hace tiempo las promotoras del proyecto «Las Sinsombrero», dirigido por Tània Balló, Serrana Torres y Manuel Jiménez Núñez, que consta de un documental interactivo, documental para la TV, Proyecto Educativo, campaña en Facebook y un libro (http://www.rtve.es/lassinsombrero/es).

De ese primer cuadernillo, que ya he empezado a ojear, os iré trayendo nombres y poemas que me llamen la atención. Hoy, de entre todas ellas, me he quedado prendada de Margarita Ferreras, a la que confieso que no conocía. La culpa la ha tenido un poema suyo:    

          «No moriré mientras tú vivas.
         Desesperadamente
         mis raíces se alargan.
         Eres agua y te busco.
         Me revuelco como un pez en la tierra
         cuando tú pasas».

                        Margarita Ferreras (De Pez en la tierra, 1932)

Para conocer a Margarita Ferreras, he acudido a este artículo que os recomiendo: Margarita Ferreras, la poeta olvidada, en el que destacan su faceta eminentemente vanguardista.

         «Fue la autora de un libro audaz que merece ser subrayado. Margarita Ferreras publicó en 1932 un libro que rezuma erotismo y posee un sentido reivindicativo, pionero e infrecuente en su día, sobre el papel de la mujer. Se trata del poemario 'Pez en la tierra', el único que publicó la escritora».


Margarita Ferreras

Parece que tuvo una vida de novela, novela trágica, eso sí; amante de un infante de España, poeta valiente, inestable, temerosa del futuro, exiliada y loca. Desaparecido su rastro en algún momento de 1964. Se la creía en Europa pero puede ser que volviera a su Zamora natal, donde siguió existiendo en el olvido más aniquilador. (Noticia de una olvidada)

Margarita Ferreras
 «Y deseo la muerte/por amor a la vida»
escribió Margarita Ferreras

Pudo ser que Margarita se dejase perder en esa vida que ya no lo era. Pues ese sucedáneo de vida que era la España de posguerra —despojada de arte, de libertad y de vanguardia— no podía ser para ella.