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jueves, 7 de noviembre de 2024

Tablero de las escritoras 1


Con la entrada de hoy damos comienzo al juego de ¿Quién es quién?, revelando una por una a las musas escritoras que elegí para celebrar este año el Día de las Escritoras.

Os recuerdo el tablero:

Empezaremos hoy por la casilla número 2 (centro arriba): Pearl S. Buck


¿Quién fue mi admirada Pearl S. Buck? Una escritora y novelista estadounidense (Virginia Occidental, 1892-Vermont, 1973) también conocida por su nombre chino Sai Zhenzhu.
         Cuando contaba cinco meses, su familia marchó a China, donde pasaría gran parte de su vida. Allí la niña recibió una educación básica por parte de su madre y de su tutor, Mr. Kung, que le enseñó chino estándar o mandarín, los clásicos de la literatura china, las teorías de Confucio y la historia del país asiático.  Asimismo, tanto su niñera como el cocinero de la familia solían contarle cuentos, historias y anécdotas sobre las costumbres chinas que definirían de una manera profunda su imaginación y sus gustos.
         Cuando, más adelante, ingresó en la escuela americana de Shangai, la Miss Jewell's Day School, vivió como un choque importante el descubrimiento de que fuera de lo que ella había conocido hasta el momento pervivían otros mundos, extraños para ella, que no se relacionaban entre sí. En su autobiografía, escrita muchos años después, explicaría esta poderosa dicotomía que habría de marcar su existencia: «Crecí entre dos mundos diferentes, uno corresponde al mundo de visión estrecha y limpia de los norteamericanos; mientras que el otro corresponde a una visión de un mundo amplio, feliz, alegre y menos limpio de los chinos. Los dos mundos no se comunican. En el de los chinos hablo en chino, me comporto como uno de ellos, como lo mismo y comparto sus pensamientos y sentimientos. En el mundo de los norteamericanos, cierro la puerta que los conecta».
         En 1910, Pearl S. Buck regresó a Estados Unidos para estudiar Psicología en una universidad de Virginia, donde su comportamiento y su corte de pelo al estilo chino llamaron la atención entre sus compañeros, lo que la hizo sentirse algo incómoda. Tras su graduación en 1914 tuvo que regresar de inmediato a China para cuidar a su madre enferma y allí empezó a dar clases de inglés en varias escuelas. En 1917, conoció al que sería su primer marido, un economista agrícola llamado John Lossing Buck, con quien se casaría ese mismo año. La pareja se trasladó posteriormente a Suzhou, una ciudad situada junto al río Yangtsé, donde vivieron casi tres años.
         A finales de 1919, el matrimonio se mudó a Nankín, donde ambos trabajaron como profesores en la universidad y donde Pearl escribiría casi todas las obras que contribuirían a que años después consiguiese el Premio Nobel de Literatura y el Premio Pulitzer. Un año después, en 1920, Pearl dio a luz a Carol, su primera y única hija biológica, que nacería con una grave enfermedad mental. Aquel mismo año le detectaron un tumor uterino, cuya extirpación le provocaría una esterilidad permanente. Tras aquella terrible noticia, en 1921 Pearl tuvo que hacer frente a la muerte de su madre y poco después al fallecimiento de su padre. Para intentar superar todos estos reveses, en 1925 los Buck decidieron trasladarse a Estados Unidos, donde adoptaron a una niña a la que llamarían Janice, aunque volvieron a China en otoño de ese mismo año. En años sucesivos, Pearl llegaría a adoptar a otros seis hijos, todos de origen asiático.
         En 1927, Pearl y su familia se vieron atrapados en medio del enfrentamiento que se desató entre las tropas nacionalistas de Chiang Kai-Shek y las fuerzas comunistas, conocido como El incidente de Nankín, en el transcurso del cual varios señores de la guerra y algunos ciudadanos occidentales fueron asesinados. Con la ayuda de la embajada norteamericana, los Buck se trasladaron a Shanghai y desde allí fueron a Japón para poner rumbo a Estados Unidos. Allí empezaría Pearl su brillante carrera como novelista.
         Corría el año 1930 cuando publicó su primera novela, Viento del Este, viento del Oeste, gracias a la ayuda de un editor llamado Richard J. Walsh, que acabaría convirtiéndose en su segundo marido cinco años más tarde, tras su divorcio de John Lossing Buck.
         En 1931, Pearl publicó La buena tierra, que se convertiría en la novela más vendida ese año y el siguiente. Un año después, Pearl obtuvo el Premio Pulitzer y asumió el cargo de presidenta de la Asociación de Autores de Estados Unidos.
         En 1938, Pearl S. Buck ganó el Premio Nobel de Literatura, convirtiéndose en la primera mujer norteamericana en lograr dicho galardón y en la primera occidental que lo logró escribiendo acerca de China.
         Pearl S. Buck fue durante toda su vida una incansable activista por los derechos civiles y de las mujeres, y publicó diversos ensayos en el periódico de La Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP, por sus siglas en inglés), y en Opportunity, la revista de la Liga Urbana, una organización que luchaba por los derechos civiles.
         En 1949, Pearl fundó la Welcome House, la primera agencia de adopción que aceptaba a niños asiáticos y de otras razas, y años después, en 1964, fundó la Fundación Pearl S. Buck, que ofrecía atención a niños asiático-estadounidenses que no eran candidatos para la adopción y también ofrecía ayuda a miles de niños procedentes de países asiáticos.
         Intentó regresar a China en varias ocasiones, pero cada vez le fue denegado el permiso por parte de las autoridades, que la consideraban subversiva, y murió sin haber podido volver al país que tanto amaba.
         Murió a los 81 años, en el año 1973, víctima de cáncer de pulmón.

En cuanto a SU OBRA, escribió más de ochenta y cinco libros, muchos de los cuales son novelas que ofrecen un retrato amable de China y su gente. Su producción literaria abarca géneros como el relato, el teatro, el guion cinematográfico, la poesía, la literatura infantil, la biografía y hasta un libro de cocina.
         Su estilo sencillo y directo y su preocupación por los valores fundamentales de la vida humana tienen su origen en el estudio de la novela china. Ofreció una visión sentimental y amable hacía los más humildes, que tanto estaban sufriendo en unos momentos de cruentas guerras civiles unidas a la intervención occidental. Este hecho ha llevado a valorar en su obras un valor humanitario que trascendía lo meramente literario.​

SUS OBRAS:
  • Viento del Este, Viento del Oeste, 1929
  • La buena tierra, 1931. Trilogía de la familia Wang. Obtendría el premio Pulitzer de Ficción con el primer volumen
  • La joven revolucionaria, 1931
  • Hijos, 1932. Trilogía de la familia Wang, vol. 2
  • La primera esposa, 1933
  • La madre, 1934
  • Un hogar dividido, 1935. Trilogía de la familia Wang, vol. 3
  • El ángel luchador, 1936
  • Este orgulloso corazón, 1938
  • El patriota, 1939
  • Otros dioses, 1940
  • La estirpe del dragón, 1942
  • La promesa, 1943
  • El dragón mágico, 1944
  • Retrato de un matrimonio, 1945
  • Pabellón de mujeres, 1946
  • Peonía, 1948
  • Los parientes, 1949
  • El niño que nunca creció, 1950
  • Un día feliz, 1950
  • Hombres de Dios, 1951
  • La flor escondida, 1952
  • Brillante desfile, 1952
  • Ven amada mía, 1953
  • Mis diversos mundos, 1954. Autobiografía
  • La Gran Dama, 1956
  • Carta de Pekín, 1957
  • Puente de paso, 1962
  • Bambú (El cañaveral viviente), 1963
  • Con cierto aire delicado, 1963. 14 relatos
  • Muerte en el castillo, 1964
  • El año nuevo, 1968
  • Las tres hijas de madame Liang, 1969
  • China como la he visto, 1971. Libro de memorias
  • El último gran amor, 1972
  • Yu Lan, el niño aviador de China, 1945

Como es natural cuando se trata de un autor tan prolífico como Pearl S. Buck, entre sus relatos y novelas encontramos obras de distinta calidad literaria, incluso algunas más amenas que otras, más completas y redondas en cuanto a trama, más interesantes o menos...
         Muchos de sus coetáneos, a raíz de la concesión del Premio Nobel de Literatura de que fue objeto, criticaron duramente su elección, considerándola no más que una autora popular de best sellers sin calidad literaria suficiente para haberse alzado con el ansiado galardón.
         Pearl, fiel, creo yo, a su carácter, demostrado a lo largo de toda una vida, no precisamente fácil en buena parte de ella, obvió las críticas y prefirió hacer un alegato de la auténtica novela china, su verdadera fuente de inspiración.
         Os remito a un artículo muy interesante sobre esto último, firmado por Sue Storm y recogido en el foro ¡Ábrete libro!:

lunes, 14 de octubre de 2024

DÍA DE LAS ESCRITORAS 2024


Hoy celebramos el Día de las escritoras, que tiene lugar cada año el lunes más cercano al cumpleaños de Santa Teresa de Jesús, día 15 de octubre.

         En esta ocasión he decidido felicitaros trayendo hasta aquí a algunas de mis musas más queridas. Tengo más, claro, pero como suele decirse, aunque no están todas las que son, sí son todas las que están.

         ¿Queréis que juguemos a quién es quién? Pues permaneced atentos, porque en próximas entradas las iré desvelando una a una.

         Mientras tanto os traigo también un selecto bocado en forma de programa de Radio Enlace que grabamos con público el viernes pasado en el ESPACIO DANOS TIEMPO de Hortaleza, con la intención de ser emitido hoy.


Este es el enlace al programa, que está subido a la plataforma Ivoox:

DÍA DE LAS ESCRITORAS EN HORTALEZA 2024

Espero que os guste.

martes, 24 de septiembre de 2024

Nueva presentación a la vista

 


Para los que os perdisteis la primera ahí va otra oportunidad. Ya sabéis que ninguna de mis presentaciones guarda el formato típico, la autora y un presentador o presentadora charlando entre ellos. No, las mías se parecen más a algún tipo de representación, que sirve para ilustrar la novela (sin hacer spoilers, lo juro) de una manera mucho más directa.
         Espero veros por allí.

viernes, 23 de agosto de 2024

#Montando una obra de radio teatro

 

Hace unos años unas compañeras y yo tuvimos un programa de radio llamado La Vieja Sirena. Era una programa literario que poco a poco fue creciendo, hasta que nos atrevimos a abordar algunas piezas teatrales "representadas" en nuestro pequeño estudio.

Lo definíamos así:

«A bordo de La Vieja Sirena podrás realizar misteriosas travesías literarias, asistir a encuentros entre piratas, escuchar relatos que no pueden ser desvelados a la luz del día, conocer historias que gentes de todo pelaje han dejado por escrito para arrojarlas al mar al albur de una botella. Porque nuestro barco navega con rumbo variable, el que le dictan las palabras de los cuentos... Si consiguen ser pronunciadas con la cadencia oportuna». 

Nuestro programa llegó a su fin al cabo de un año, pero el impulso que adquirimos no se detuvo ahí, sino que nos llevó a proponernos nuevos retos. Y así, montamos y representamos dos obras teatrales más con la fórmula, esta vez, de radioteatro en vivo.

La primera fue «Diez negritos», adaptación dramatizada que hizo la propia autora, Agatha Christie, de una de sus novelas. Yo la adapté a su vez al formato radio y a la peculiaridad que iba a suponer hacerla en directo, con público, de manera que no fuera una simple lectura, sino también, en cierto modo, una auténtica representación.

         Por ejemplo, todas las acciones que en una obra de teatro están a la vista, cuando lees o haces radio no se perciben, con lo que tienen que ser sustituidas de alguna forma: con efectos sonoros, con la expresión de algunas acotaciones (que normalmente son solo para indicación de los actores y actrices), con elementos simbólicos...

         En el caso de Diez negritos contábamos supuestamente con la propia autora, que quería hacer un ensayo general de la obra y por eso daba una serie de instrucciones de vez en cuando, además de representar uno de los papeles.

         Pero no me voy a repetir. En su día (septiembre de 2016) ya hice una entrada en la que expliqué cómo resultó nuestra obra en Las Noches del Huerto:

DIEZ NEGRITOS

Un par de años después, hicimos lo mismo con la obra de Jardiel Poncela «Eloísa está debajo de un almendro».


Aquí os hablaba de su preparación: ELOÍSA ESTÁ DEBAJO DE UN ALMENDRO, haciendo hincapié en las peculiaridades de nuestro empeño.
«...Todas estas consideraciones se me hacen muy presentes cada vez que intento adaptar una obra de teatro al formato de ficción sonora o radio-teatro. Las estrategias narrativas descansan por completo en la voz y el sonido (a cambio, todos los efectos especiales y la música adquieren mayor relevancia que en una obra representada), y, por tanto, se depende más que nunca del esfuerzo y la imaginación del público».

Pues bien, una vez más nos hemos empeñado en montar otra ficción sonora, pero en esta ocasión basada en un relato mío llamado «Ouija».
         Me he propuesto iros contando paso a paso cómo es el proceso, para mí tan apasionante, de construir una obra de este tipo. Y lo voy a hacer por medio de pequeños vídeos que iré subiendo según pueda. Como muestra el primero. Espero que os guste.