Vamos ya por el día 22 del NaNo y yo con estos pelos. Me da que este año tampoco lo consigo. El destino me lo pone difícil colocándome en el camino demasiadas tentaciones, eventos interesantes a los que es difícil resistirse y obligaciones que surgen de todas partes. Es como si los diablillos de los enredos, en cuanto se enteran de que tengo trabajo entre manos se confabularan para lanzarme retos y ponerme zancadillas de las que uno no puede escapar.
Pero aunque no llegue a completar las 50.000 palabras no voy a tirar la toalla. Mejor llegar aunque sea a la mitad que dejarlo aquí. Y así, me inspiro como siempre, a base de buena música.
De la misma forma que la banda sonora (sobre todo el tema principal) de Juego de tronos, compuesto por Ramin Djwadi, fue mi banda sonora particular para escribir «El pacto», ahora tengo otra pieza fetiche para abordar La protegida de los lobos:
La serie entera me tiene entusiasmada (no digamos ya Uhtred Ragnarson, o Uhtred de Bebbanburg, un perfecto Ian) pero el tema que abre cada capítulo está dictando el tono de mi novela. A la cantante, Eivor, ya la conocía. Así que a raíz de esto la estoy investigando aún más, y ya tengo otras obras suyas como candidatas a formar parte de mi lista de reproducción de este otoño invierno. Que la disfrutéis como yo.
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