siguenos en facebook siguenos en Google+ siguenos en Twitter Sígueme en Pinterest sígueme en Blogger sígueme en Blogger sígueme en Blogger sígueme en Instagram
Mostrando entradas con la etiqueta ficción sonora. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta ficción sonora. Mostrar todas las entradas

viernes, 23 de agosto de 2024

#Montando una obra de radio teatro

 

Hace unos años unas compañeras y yo tuvimos un programa de radio llamado La Vieja Sirena. Era una programa literario que poco a poco fue creciendo, hasta que nos atrevimos a abordar algunas piezas teatrales "representadas" en nuestro pequeño estudio.

Lo definíamos así:

«A bordo de La Vieja Sirena podrás realizar misteriosas travesías literarias, asistir a encuentros entre piratas, escuchar relatos que no pueden ser desvelados a la luz del día, conocer historias que gentes de todo pelaje han dejado por escrito para arrojarlas al mar al albur de una botella. Porque nuestro barco navega con rumbo variable, el que le dictan las palabras de los cuentos... Si consiguen ser pronunciadas con la cadencia oportuna». 

Nuestro programa llegó a su fin al cabo de un año, pero el impulso que adquirimos no se detuvo ahí, sino que nos llevó a proponernos nuevos retos. Y así, montamos y representamos dos obras teatrales más con la fórmula, esta vez, de radioteatro en vivo.

La primera fue «Diez negritos», adaptación dramatizada que hizo la propia autora, Agatha Christie, de una de sus novelas. Yo la adapté a su vez al formato radio y a la peculiaridad que iba a suponer hacerla en directo, con público, de manera que no fuera una simple lectura, sino también, en cierto modo, una auténtica representación.

         Por ejemplo, todas las acciones que en una obra de teatro están a la vista, cuando lees o haces radio no se perciben, con lo que tienen que ser sustituidas de alguna forma: con efectos sonoros, con la expresión de algunas acotaciones (que normalmente son solo para indicación de los actores y actrices), con elementos simbólicos...

         En el caso de Diez negritos contábamos supuestamente con la propia autora, que quería hacer un ensayo general de la obra y por eso daba una serie de instrucciones de vez en cuando, además de representar uno de los papeles.

         Pero no me voy a repetir. En su día (septiembre de 2016) ya hice una entrada en la que expliqué cómo resultó nuestra obra en Las Noches del Huerto:

DIEZ NEGRITOS

Un par de años después, hicimos lo mismo con la obra de Jardiel Poncela «Eloísa está debajo de un almendro».


Aquí os hablaba de su preparación: ELOÍSA ESTÁ DEBAJO DE UN ALMENDRO, haciendo hincapié en las peculiaridades de nuestro empeño.
«...Todas estas consideraciones se me hacen muy presentes cada vez que intento adaptar una obra de teatro al formato de ficción sonora o radio-teatro. Las estrategias narrativas descansan por completo en la voz y el sonido (a cambio, todos los efectos especiales y la música adquieren mayor relevancia que en una obra representada), y, por tanto, se depende más que nunca del esfuerzo y la imaginación del público».

Pues bien, una vez más nos hemos empeñado en montar otra ficción sonora, pero en esta ocasión basada en un relato mío llamado «Ouija».
         Me he propuesto iros contando paso a paso cómo es el proceso, para mí tan apasionante, de construir una obra de este tipo. Y lo voy a hacer por medio de pequeños vídeos que iré subiendo según pueda. Como muestra el primero. Espero que os guste.

viernes, 7 de septiembre de 2018

ELOÍSA ESTÁ DEBAJO DE UN ALMENDRO

En formato de ficción sonora


Esto es un no parar. Vuelve una de vacaciones y, ¿qué hace? Pues ponerse a echar horas extra con el último proyecto surgido esta temporada para Las Noches del Huerto.
         El mundo de la radio es de por sí apasionante. Pero si además se puede combinar con la actuación en directo... ¿Podríais vosotros renunciar a algo así, por más liados que estuvierais con otras cosas?
         Lo habéis adivinado: yo, al menos, no soy capaz. Así que ando embarcada, igual que hace dos años, en la adaptación a formato de ficción sonora de una de mis obras de teatro más queridas: Eloísa está debajo de un almendro, de Enrique Jardiel Poncela.

Mi historia con Jardiel Poncela se remonta a mi más tierna adolescencia, cuando me leí de cabo a rabo sus obras completas, que obraban en poder de mi abuela y de mi tío, su hermano. Recuerdo llevar conmigo alguno de los gruesos tomos que constituían uno de los tesoros familiares y despertar miradas de recelo en el autobús, o incluso por la calle, cuando me reía a carcajadas yo sola con alguno de los pasajes de una obra cualquiera, que de todas extraje buenos momentos.
         Años después llegué a ver alguna de las piezas representadas en el teatro, y supongo que eso debería haber añadido algún plus a las obras respecto a la mera lectura, pero lo cierto es que yo solo recuerdo, por encima de todo, el disfrute de estas. Igual que me pasó con otros dramaturgos, que tuve épocas de leer mucho teatro.
         ¿Cuál puede ser la explicación? Yo apuesto por la imaginación como primer agente causal. Y es que las acotaciones de una obra teatral, aunque ciertamente no están hechas, al menos de manera preferente, para ser leídas, cuando caen en manos de un lector-lector, es decir, gente que ejerce de «imaginador» y gusta de adornar personajes, escenarios y situaciones con todo lo que está en su propia mente; cuando cae en tales manos, digo, se convierten en el único estímulo necesario para que la representación, o la película, se ruede íntegra en la propia cabeza.

Hace tiempo, una profesora del cole de mis hijas, de la etapa de educación infantil, comentaba que los niños muestran preferencia desde pequeños por las cosas que ven frente a las que escuchan (o leen cuando son más mayores). Esto es así porque les resulta más fácil e inmediato (procesamos de forma más directa los estímulos visuales), les requiere menos esfuerzo. Y por eso el equipo docente se había propuesto trabajar en clase especialmente los cuentos leídos en voz alta, o contados, sin dibujos. Para que desarrollaran la capacidad de comprender e imaginar lo que escuchaban.
         Todas estas consideraciones se me hacen muy presentes cada vez que intento adaptar una obra de teatro al formato de ficción sonora o radio-teatro. Las estrategias narrativas descansan por completo en la voz y el sonido (a cambio, todos los efectos especiales y la música adquieren mayor relevancia que en una obra representada), y, por tanto, se depende más que nunca del esfuerzo y la imaginación del público. Entonces surgen las dudas —las mismas dudas que en cada ocasión similar—  por parte de los actores y, de resultas, por mi parte. ¿Será demasiado larga la obra, aguantará el público y logrará mantener centrada su atención? ¿Se entenderá lo que decimos y lo que contamos? ¿Resultará interesante para ellos, teniendo en cuenta que no contamos con decorados ni actuamos con el cuerpo? ¿Convendrá entonces suplir de alguna manera lo que no se ve (y que en una obra de teatro se vería)?
         Bien, sobre esto último yo no tengo ninguna duda, pero tengo que esforzarme por convencer al resto. Es cierto que si tomamos como referencia solamente piezas teatrales convencionales se nos hacen extrañas, por ejemplo, la figura de un narrador; las explicaciones en los diálogos que, de verse lo que se está haciendo, serían innecesarias; el interpelar directamente al público, buscando su complicidad... Pero yo les digo que nos movemos en tierra incógnita, en un medio alternativo que podemos crear y recrear a nuestro antojo, y que está permitido (y yo creo que hasta obligado) probar nuevas fórmulas y forzar los límites. Así que, por este lado, decidimos resolver del siguiente modo: apostemos por mantener el formato elegido y confiemos en la benevolencia del público, que siempre nos sorprende para bien.

Pero aún nos queda contempla otro elemento específico que va a contar en nuestro caso, y es que el tipo de representación que vamos a hacer será en vivo y en directo, en un escenario al aire libre. ¿Qué supone esto? Pues, por un lado, que deberemos contar con las distracciones inevitables que se dan en un sitio donde la gente va a reunirse, a charlar mientras se toma su bocadillo y se bebe su cerveza o su refresco; donde hay niños corriendo, y a veces refresca, y hay viento... Y por el otro, algo que nos atañe solo a nosotros: por la propia naturaleza de la representación tendremos que vencer la tentación (al menos yo me impongo hacerlo así) de hacer «trampas», incluyendo acciones y elementos visuales que en la radio no jugarían. Porque no hay que olvidar que tratamos de hacer ficción sonora y no otra cosa.
         La única conclusión posible, llegados a este punto, es que somos (o soy, que asumo totalmente mi culpa) muy ambiciosos, queriendo llevar teatro escuchado al pleno campo. Y, una de dos, o nos estrellamos con todo el equipo, o sucede como en ocasión de los «Diez negritos», de Ágatha Christie, que representamos del mismo modo en LNDH, y el público confirma lo que yo ya sabía: que la gente responde a lo que le das, y si confias en ellos y en su empatía devolverán con creces la ilusión y el empeño que te ha llevado a hacer arte y cultura, del mejor modo en que eres capaz, en la propia calle, que es donde a mi juicio debería estar siempre.

jueves, 27 de octubre de 2016

TODOS A ESCUCHAR LA RADIO

todos a escuchar la radio

Actualizo aquí la entrada que hice con ocasión de la representación en directo de «Diez Negritos», para añadir los dos audios con la obra entera.


las noches del huerto

Adaptación radiofónica de L.G. Morgan.
Diez desconocidos son invitados a la casa de Mr. Owen, situada en la desierta Isla del Negro, Devon, Inglaterra.

Una vez allí descubrirán que su anfitrión no se encuentra en la casa, pero, sin embargo, les ha preparado una
macabra sorpresa.

Elenco:

MR. ROGERS…………………………………………………………….…. Jesús Tejedor, “el músico”
MRS. ROGERS………………………………………………………… Beatriz Moya “Ágatha”
VERA CLAYTHORNE………………………………………………….… L.G. Morgan “Capitana Morgan”
PHILIP LOMBARD…………………………………………………… David Sanz “Lope de Vega”
ANTHONY MARSTON…………………………………………………... Nacho Fernández “Barbanegra”
TRACY BLORE…………………………………………………………… Miriam Vila “Mary Read”
GENERAL MACKENZIE…………………………………………………. Miguel A. Rodríguez “el conde”
EMILY BRENT……………………………………………………………. Marta García “madame Ching”
SIR LAWRENCE WARGRAVE………………………………………… Miguel A. López “el cocinero”
DRA. ROSALIND ARMSTRONG…………………………………… Ana López-Yarto “Anne Bonny”



AÑADO AQUÍ LOS DOS AUDIOS QUE OCUPA LA OBRA, por si queréis escucharla entera:

DIEZ NEGRITOS - Parte I
DIEZ NEGRITOS - Parte II


***Si queréis leer la entrada completa y recordar cómo fue la grabación en directo, aquí hay una puerta que va derecha al objetivo:

DIEZ NEGRITOS - Ágatha Christie

lunes, 19 de septiembre de 2016

DIEZ NEGRITOS

Ágatha Christie




Adaptación radiofónica de L.G. Morgan.
Diez desconocidos son invitados a la casa de Mr. Owen, situada en la desierta Isla del Negro, Devon, Inglaterra. Una vez allí descubrirán que su anfitrión no se encuentra en la casa, pero, sin embargo, les ha preparado una macabra sorpresa.

Elenco:

MR. ROGERS…………………………………………………………….…. Jesús Tejedor, “el músico”
MRS. ROGERS………………………………………………………… Beatriz Moya “Ágatha”
VERA CLAYTHORNE………………………………………………….… L.G. Morgan “Capitana Morgan”
PHILIP LOMBARD…………………………………………………… David Sanz “Lope de Vega”
ANTHONY MARSTON…………………………………………………... Nacho Fernández “Barbanegra”
TRACY BLORE…………………………………………………………… Miriam Vila “Mary Read”
GENERAL MACKENZIE…………………………………………………. Miguel A. Rodríguez “el conde”
EMILY BRENT……………………………………………………………. Marta García “madame Ching”
SIR LAWRENCE WARGRAVE………………………………………… Miguel A. López “el cocinero”
DRA. ROSALIND ARMSTRONG…………………………………… Ana López-Yarto “Anne Bonny”


AÑADO AQUÍ LOS DOS AUDIOS QUE OCUPA LA OBRA, por si queréis escuchar la obra entera:
DIEZ NEGRITOS - Parte I
DIEZ NEGRITOS - Parte II

Huerto comunitario ManoterasEste último viernes, en el escenario de «Las noches del Huerto», junto al Huerto Comunitario de Manoteras, los tripulantes de La Vieja Sirena*** llevamos a cabo nuestra propia representación de la famosa obra de Ágatha Christie.

         Ágatha Chistie escribió su novela «Diez negritos» en 1939. Desde el principio recibió una acogida excepcional por parte del público, alcanzando los siguientes récords: Es la novela más vendida de su autora, con unos 100 millones de copias hasta la fecha. Es la novela de misterio más vendida de la historia. Y, por último, está considerada dentro de los 10 libros más vendidos de todos los tiempos.

Ten little niggers         Ha sido adaptada al teatro, al cine (en varias ocasiones) y a la radio.









Por nuestra parte, ¿qué hemos hecho con los «10 negritos»? Pues adaptar la obra al formato de ficción sonora y representarla en directo, en nuestro escenario hortelano, como el ensayo general que un grupo de piratas de mal vivir se prestaron a hacer para Ágatha.
         Mirad, así lo explicábamos el viernes:

Foto: Antonio García
Nuestro flamante presentador

«Hoy, en Las Noches del Huerto, tenemos radio. El equipo de La Vieja Sirena ha navegado hasta aquí, al auditorio del huerto de Manoteras, para representar en vivo y en directo la obra teatral de Ágatha Christie «Diez negritos».
La Vieja Sirena es un programa literario y radiofónico que se emite en Radio Enlace, nuestra emisora comunitaria de Hortaleza, y que arrancó su andadura en diciembre de 2015.
La Vieja Sirena es también el nombre del barco (barco pirata, dicen algunos) en el que navega una peculiar tripulación. Ellos son la Capitana Morgan, la contramaestre Anne Bonny y la condestable Mary Read. Bajo sus órdenes, otros tres marineros de pro  que han ido subiendo a bordo en distintos momentos, más o menos voluntariamente, nos cuentan historias propias y ajenas. Son el Conde, el Cocinero y el Músico.
Este barco tan singular se mueve a través del océano, y puede cambiar de época y lugar inspirado por las obras literarias que se lean en él. Que se lee La isla del Tesoro, pues allá que te vas a la Isla del Muerto. Que se leen obras de Poe, pues el barco te lleva a Boston. Que se te ocurre leer ciencia ficción, pues sin saber cómo ni por qué, aterrizas en Marte.
El caso que hoy nos ocupa (sí, ya voy al grano) tiene que ver con las obras de Ágatha Christie. En uno de sus últimos viajes La Vieja Sirena se topó con el pirata Barbanegra, que a su vez les puso en contacto con unas gentes de lo más intrigantes. Volvieron a saludar entonces a su viejo amigo Lope de Vega. Y conocieron a la célebre Ágatha Christie y a Madame Ching, una pirata oriental de reputación peligrosa.


Sin más preámbulos, damas y caballeros, demos a conocer a los personajes de los que les estoy hablando.

FX1: Música: Moonlight serenade, Glenn Miller (Se deja sonar 0.5 min. y luego, muy baja, se deja de fondo para el desfile)

Foto: Antonio García
 ...convertido también en el elegante director de nuestro desfile de modas.

         (1)         En primer lugar, recibamos a Ágatha Christie, una dama británica muy decidida que ha conseguido de los piratas lo nunca visto: que se avengan a ensayar con ella su obra de teatro. Luce un vestido de tweed y se adorna con un gracioso sombrerito.
Ágatha hará hoy el papel de Mrs. Rogers, la cocinera de la casa. Además de darnos, como autora que es, las correspondientes explicaciones en el momento en que lo necesitemos.

Ágatha Christie
Foto: Antonio García

         (2)         Anne Bonny como… ¡la doctora Rosalind Armstrong! Es una mujer rubia y bronceada, de unos cuarenta y tantos. Viste pantalón oscuro con raya diplomática y blusa de seda, de color rosa intenso. Es elegante y lo sabe. Desprende un aura de seguridad y buena posición. No por casualidad es una médica reputada que tiene entre sus pacientes a varias damas de la alta sociedad.

Anne Bonny
Foto: Antonio García

         (3)         Ahora nuestro conde, tan aristocrático como siempre, desempeñando en esta ocasión el papel del general Mackenzie. Vean qué garbo, qué apostura… ¡y qué de galones! Es capaz de caminar más tieso que un huso. Sí señor, derecho, derecho. Y flemático. Como solo puede serlo un militar de carrera británico. Sus sienes plateadas y su bigote combinan perfectamente con el verde oliva del uniforme.

Conde de Villamediana
Foto: Antonio García

         (4)         Nuestro querido Lope de Vega será en esta ocasión el capitán Philip Lombard, un hombre que ha viajado por lo más profundo del continente africano y ha vivido para contarlo. Delgado, bien parecido, bronceado… Luce un traje elegante de mezclilla y zapatos de gamuza azul. Es el perfecto aventurero y, como el propio Lope, un admirador de las damas. Ya verán, ya, cómo esta vez le echa el ojo a Vera.


Lope de Vega
Foto: Antonio García

         (5)         La Capitana Morgan, caracterizada como su personaje: Vera Claythorne, la secretaria. Lleva una elegante falda de tubo años 40, blusa estampada y mangas de gasa. Medias de seda y zapatos de tacón. Ella también ha sido contratada a través de una agencia: La perfecta secretaria.


Capitán Morgan
Foto: Antonio García

         (6)         Nuestro músico, ataviado para la ocasión con una elegante a la par que sencilla camisa blanca, corbata negra y delantal del mismo color. Listo para interpretar al perfecto mayordomo inglés, Mr. Rogers. Es un hombre serio y formal, que ha sido contratado, al igual que su mujer, Mrs. Rogers, a través de una agencia de colocación.


Músico Moscatel
Foto: Antonio García

         (7)         El Cocinero de La Vieja Sirena será esta vez el honorable juez Sir Lawrence Wargrave, jubilado. Le vemos desfilar con la toga roja característica y esa mirada severa que hacía temblar a los criminales de su época. La peluca se la ha dejado en casa. Claro, ¡con este calor! Pero su dignidad no queda por ello en entredicho. ¿No es verdad que tiene una pinta de juez inglés pese a todo que tira de espaldas?


Cocinero John Silver
Foto: Antonio García

         (8)         Madame Ching, la pirata más poderosa de todo Oriente, dará vida a la señorita Emily Brent, una solterona, inglesa hasta la médula. Hija de militar, no hay más que verla. Luce vestido de entretiempo, de buen paño inglés, zapatos cómodos, de buen cuero inglés, guantes de seda, de buenos gusanos ingleses (ejem, nunca había oído yo esto de los gusanos ingleses, pero ella se ha empeñado en afirmar su nacionalidad británica). Y la inevitable madeja de lana —gris, cómo no—, pues es una forofa de la calceta.


Madame Ching
Foto: Antonio García

(9)         Mary Read, nuestra condestable, en el papel de Miss Tracy Blore. Es una mujer delgada, con un aire serio y eficiente que intentan desmentir las joyas que lleva, demasiado llamativas en mi opinión (que quede entre ustedes y yo, me juego el cuello a que son de pega.)
Una cosita (como en plan confidencial), cuando empiece el ensayo se van a sorprender de que los demás la llamen Miss Davis. No hagan caso. Todo se debe a que nuestra Tracy viaja de incógnito, y dice proceder de Sudáfrica, lo que no es cierto, y ser una rica heredera, lo que es más falso aún. Su verdadero trabajo es… Bueno, mejor dejo que lo descubran por sí mismos. Solo miren su calzado cómodo, a ver qué les sugiere.

Mary Read
Foto: Antonio García

         (10)         Y por último, el temible Barbanegra, convertido en esta ocasión en un joven primoroso de unos veintitantos años, rico, mimado por la vida, pero no muy espabilado. Su nombre: Anthony Marston. Nuestro pirata se ha resignado a decir adiós a su habitual barba negra y sus cabellos trenzados. Sacrificio que Ágatha ha prometido compensarle con un cargamento de ron para él solito. Viste un elegante polo azul y pantalones de color crema. Es un fanático de los autos modernos y de la velocidad.


Barbanegra
Foto: Antonio García

—Bien, ahora que ya conocen ustedes a los 10 negritos solo me resta llamar su atención sobre una cuestión peculiar. En la mansión donde se desarrolla nuestra historia existen un par de detalles decorativos poco corrientes, que casan bien con el nombre de la isla, Isla del Negro, y que van a resultarles de interés, estoy seguro.
Por un lado, en la repisa de la chimenea que hay en el salón donde se reunirán nuestros huéspedes, hay diez pequeñas figuras, diez negritos, dispuestos en fila. Aquí los tienen ante ustedes (señala las velas). Háganse a la idea de que estas 10 velas, que yo acabo de encender, representan a los negritos. Y no les quiten ojo, se lo ruego, pues ya les anticipo que tendrán un papel destacado en la obra.
Por otra parte, tomen nota de algo igualmente raro. En todas las habitaciones de la casa hay una copia, enmarcada y colgada en la pared, de una canción infantil titulada «Los diez negritos». ¡Qué manía tiene el dueño con los negritos!, ¿no les parece?

Nada más por mi parte. La obra consta de 3 actos. Tras el segundo, haremos un pequeño descanso de 15 minutos. Espero que disfruten del espectáculo.

Técnicos sonido
Foto: Antonio García
Nuestros técnicos de sonido, metiendo el siguiente FX:

FX3 ENTRA EL RAP: (Aquí nuestro querido Lope de Vega se marcó un rap de su autoría, una versión, como veréis, muy peculiar de la canción infantil «DIEZ NEGRITOS»).

Diez negritos
Foto: Antonio García
La mesa completa, escuchando a Ágatha

DIEZ NEGRITOS – Ágatha Christie – Acto I

Estamos sentados tras la mesa, con los guiones y los micrófonos listos. La mesa de sonido está en el escenario elevado, que parece una cabina de radio. Comienza a hablar Ágatha.

(Ágatha) A ver, queridos, ahora muy atentos todos porque esto nos tiene que quedar bien, que se trata nada menos que del ensayo general. Repasemos un poco el argumento de la obra, para que podamos ponernos en situación.
»Bien. Diez desconocidos reciben una carta en la que se les invita a visitar la Isla del Negro. Todos ellos acuden a la cita puntualmente, atraídos por diferentes motivos: unas apacibles vacaciones, un trabajo bien remunerado o la posibilidad de rencontrarse con viejos conocidos. Cuando llegan a la isla se encuentran con la sorpresa de que su anfitrión, Mr. Owen, (o Mrs. Owen, vaya usted a saber) no está en la casa para recibirlos, ni se sabe cuándo vendrá.
»¿Hasta aquí todo claro? ¿Sí? Pues entonces, empecemos.
 FX5 Sonido de mar y gaviotas  (Se queda de fondo un rato para que hable Ágatha)
»ACTO PRIMERO: Nos encontramos todos juntos en la única casa que existe en la Isla del Negro, un islote rocoso y poco atractivo que se  halla a la altura de Devon, Inglaterra. La casa está puesta a todo tren, en estilo moderno. Tiene vistas al mar y mucha luz. El salón está amueblado con gusto. Hay varios sofás y butacas, una chimenea y un mueble-bar.
»Hemos ido llegando poco a poco. Primero Mr. y Mrs. Rogers, los criados, que vinieron en barco ayer. Luego el resto, durante la mañana de hoy. Estamos un poco extrañados todos porque nuestros anfitriones no están, y cuando nos hemos puesto a charlar sobre el asunto, nos hemos dado cuenta de que, en realidad, ninguno los conocemos en persona. Ni siquiera podemos estar seguros de si se trata de un matrimonio, o solo es Mr. Owen, el último propietario que compró la isla, el responsable de que estemos aquí.
Nos han dicho que la cena se servirá a las ocho. Así que estamos todos haciendo tiempo en   el salón hasta que nos llamen. De pronto, Vera, la secretaria que ha contratado Mrs. Owen, se acerca a la chimenea y ve algo que la sorprende. Les comenta al resto:

Aquí arranca el espectáculo. Que podréis oír completo en nuestro programa La Vieja Sirena, emitido en Radio Enlace. O, si lo preferís, como podcast en ivoox, a partir del día 28 de septiembre.

Diez negritos
Foto: Antonio García
En plena representación, cada uno atento a su micro


Nuestro presentador iba anunciando cada muerte con un sonido de gong. Luego soplaba una de las velas. Ya solo quedan cinco, cuatro...


Y no quedó ninguno
Foto: M. A. Rodríguez
Y no quedó ninguno
Foto: M. A. Rodríguez
Acabada la actuación, saludando al respetable.
         Más que satisfechos de que, estando como estábamos en un huerto, no nos cayera encima ni un solo tomate. En cambio hubo aplausos, mucho cariño y felicitaciones. Y, claro, así uno se crece y no quiere otra cosa que repetir al año próximo. No sé yo si sería consciente de ello el amable público. Aunque, bueno —pensarían— en un año habremos podido reponernos del todo. Así que... que vuelvan con otra.

Diez negritos
Foto: M. A. Rodríguez

Diez negritos
Foto: Antonio García


***La Vieja Sirena es un programa literario con formato de radio-teatro, que empezó a emitirse el 1 de diciembre de 2015 en Radio Enlace (107,5 del dial) todos los últimos martes de cada mes. (http://laviejasirenaradio.blogspot.com)

La Vieja Sirena

A bordo de La Vieja Sirena podrás realizar misteriosas travesías literarias, asistir a encuentros entre piratas, escuchar relatos que no pueden ser desvelados a la luz del día, conocer historias que gentes de todo pelaje han dejado por escrito para arrojarlas al mar al albur de una botella. Porque nuestro barco navega con rumbo variable, el que le dictan las palabras de los cuentos... Si consiguen ser pronunciadas con la cadencia oportuna.