Hace ya algún tiempo, cuando empezaba a batirme por costumbre en cuanto certamen literario caía en mis manos, empecé a coleccionar una serie de datos y reflexiones que me llevaban en una muy definida dirección.
Siempre había tenido claro, cualquiera que prestara atención al tema hubiera advertido lo mismo, que hay un número significativamente mayor de escritores conocidos frente a las cifras de escritoras famosas. A día de hoy el número de escritores que publican es también significativamente mayor que el de escritoras cuyas obras ven la luz. Y qué decir de concursos y certámenes, mírese cualquier concurso con una cierta tradición y las cifras cantan con la misma melodía.
Empecé a preguntarme por la razón de ese empeño numérico por arrinconarnos, arrinconarme, en este campo literario que yo soñaba con hacer mío. Y eso teniendo en cuenta que las mujeres, mientras nuevas pruebas no lo refuten, tenemos estadísticamente más fácilidad para todas las tareas de tipo lingüístico. ¿Nadie se lo ha preguntado también?, ¿por qué en una materia para la que estamos naturalmente más preparadas, no conseguimos descollar de modo que nos coloquemos al mismo nivel de los hombres?
La primera respuesta es de cajón: históricamente no hemos tenido las mismas oportunidades, eso lo sabe cualquiera. Pero, ¿y ahora?, ¿realmente, por la razón que sea, se nos siguen negando oportunidades que se les conceden a los hombres escritores? ¿No será una excusa el tema del sexismo para no afrontar el hecho de que escribimos peor, o menos, o no de forma tan pública?
Como todo problema a reflexionar, todo empezó con más preguntas que respuestas.
Volvamos entonces al tema de los certámenes. Ya digo que es un hecho fácilmente comprobable el reparto desigual de premios por sexo. Por poner unos ejemplos:
PREMIOS DE NOVELA
- Premio Planeta: 60 ediciones - 46 hombres - 14 mujeres
- Premio Café Gijón: 49 ediciones (una de ellas se declaró desierta) - 40 hombres - 8 mujeres
- Premio Nadal: 68 ediciones - 54 hombres - 14 mujeres
- Premio Alfaguara: 22 ediciones (dos de ellas con dos premios) - 19 hombres - 5 mujeres
- Premio Edgar: 57 ediciones - 47 hombres - 10 mujeres
- Premio Cervantes: 37 ediciones (una doble) - 34 hombres - 3 mujeres
Definitivamente, son solo unos cuantos ejemplos, sin ninguna significación estadística. Pero resulta que a un nivel mucho más pequeño, en concursos con poca o ninguna dotación económica y sin repercusión mediática, sucede lo mismo. Como mínimo, es para llamar la atención.
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