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martes, 27 de febrero de 2018

GUILLAUME Y LOS CHICOS, ¡A LA MESA!

(ACTUALIZO, QUE HAY GENTE BUSCANDO ESTA ENTRADA)

Guillaume Gallienne

Fue nuestra inauguración del nuevo ciclo de Cine Fórum en La Soci (noviembre de 2016). Y lo hicimos con una película tremendamente interesante, tanto desde el punto de vista cinematográfico como por una cuestión de fondo, ya que aborda temas de actualidad sobre los que es bueno reflexionar de vez en cuando, y lo hace, además, desde un planteamiento de lo más original.
         La convocatoria fue plasmada en este cartel de M. José Perrón. Y fue un éxito de público, seguido de un interesante debate. Nos visitó la gente de Arcópolis, para compartir con nosotros sus experiencias en cuanto a identidad de género y orientación sexual no heteronormativa.


Manoteras M. José Perrón

domingo, 25 de febrero de 2018

Sentaos a tomar un té, que tengo que contaros una cosa

Tree home

                  Pasad, por favor, está todo dispuesto. Poneos cómodos.
                  ¿Leche, azúcar? ¿Solo una nube?

Tomemos el té

Bien, pues ahora que estamos todos servidos suelto la primicia: después de lo que ha sido el parto de la burra, aquí está mi nueva criatura, «El Pacto», una novela de género fantástico, con toques de fantasía oscura y deep sleep (temática que se define por mezclar el mundo de los sueños con el mundo real). Se desarrolla en un universo fantástico con reminiscencias nórdicas que está a punto de entrar en una era de cambio.
         De la mano de nuestros protagonistas asistiremos al choque entre dos culturas muy distintas, una de ellas con influencias nórdicas, donde no se eluden las pulsiones más básicas del ser humano, como la violencia o el sexo; y la otra, exótica y desconocida, que ha hecho de la magia una ciencia capaz de devolver la vida a los muertos.
         Semejante confrontación hará tambalearse al mundo, resucitando de paso el poder dormido del ancestral pueblo Sîtari.

Aquí está la sinopsis completa:

L. G. Morgan


La novela está ya en imprenta y tiene fecha de presentación en sociedad. El mismo día de San Patricio, 17 de marzo. Os pego la invitación, con todos los datos:

Invitación L. G. Morgan

domingo, 18 de febrero de 2018

LA MADRE ENTRONIZADA - Análisis

Thomas Cooper Gotch - The mother enthroned

Y ahora vamos a ocuparnos de la pintura en cuestión, que como decía, fue el origen de las pesquisas. ¿Por qué me llamó la atención y cómo llegué hasta ella?
         Pues bien, fue en la época de mis «Diosas del Huerto», cuando investigaba sobre el arquetipo de la Diosa Madre, la Gran Madre Tierra y todas las deidades similares —de presencia constante en la Historia, aunque fuera adoptando diferentes ropajes— que han sido asociadas con la fertilidad.
         Buscando imágenes relacionadas fue como di con este cuadro, una gran pintura en todos los sentidos (tiene casi tres metros de ancho, lo que ha hecho que haya sido expuesta en contadas ocasiones) que se titula (un nombre frecuente en la  escultura y pintura religiosa) La madre entronizada. 

Como explican en el blog La Tradición de la Sabiduría, en un artículo dedicado al culto de María Lionza, los múltiples atributos que concentraba el arquetipo primitivo de la Gran Madre: reina y madre; protectora de la naturaleza y símbolo de la fecundidad, tanto de la tierra como de los nacimientos humanos; diosa de la vida y de la muerte, conocedora de los misterios, señora de la curación; se dividieron en distintas representaciones, creándose diosas que se caracterizaban por uno o dos de esos atributos en especial.

El aspecto de «gran madre» de la diosa ha sido representado millones de veces, desde la antigüedad más remota, manteniendo siempre algunas características fijas. Es muy frecuente la figura de la madre con el niño sentado en su regazo, a menudo en un trono. Con la llegada del cristianismo esas imágenes y esculturas se adoptaron e integraron en el culto, dando distinto nombre a lo que ya existía previamente y sin modificar gran cosa en cuanto a su esencia.

Devaki y su hijo Krisna

Devaki y Krisna
Horus
Isis con el niño Horus.

diosas con niñoDiosa solar con niño
Diosa solar

Virgen con el Niño



virgen sentada con niño
la madre entronizada 










Virgen con el Niño


Virgen del Carmen con el Niño





El cuadro del que hoy nos ocupamos representa en esencia el mismo motivo, pero lo hace desde un enfoque muy diferente que me encantó en su momento. En primer lugar, tiene un carácter totalmente profano. Aquí se representa la dignidad de la maternidad pero desligada de su carácter religioso, sin que la madre tenga que ser, además, ninguna figura virginal, etérea y sin tacha. Y también refleja el sentido de la continuidad, mujeres de distintas edades, en diferentes fases de la vida y diversos estados (las niñas a los lados y en primer plano; las doncellas de blanco; las mujeres más adultas de rojo...); juntas todas alrededor de la figura central, rindiéndole tributo pero, sobre todo, acompañándola. Como un aquelarre "sublimado", una reunión de mujeres (ni ángeles, ni obispos ni nada parecido) festejando la femineidad y la maternidad.

Thomas Cooper Gotch, aficionado a convertir en protagonistas de sus cuadros a niñas y mujeres en especial, dota a esta pintura de una gran majestad, que es a la vez terrena y cercana. Logrando convertir un motivo «clásico» en algo personal que contiene su sello indiscutible.

miércoles, 7 de febrero de 2018

La madre entronizada - THOMAS COOPER GOTCH



The mother enthroned - Thomas Cooper Gotch

Gracias a esta magnífica pintura, de la que luego quiero hablaros, me he topado con este pintor prerrafaelita que no conocía y que incluyo desde este momento en mi panteón de Mus@s (muy bien acompañado por su mujer y su hija, que ellas dan también para grandes inspiradoras a su manera). Porque ellos lo valen XD

Thomas Cooper Gotch


Thomas Cooper Gotch
 Autorretrato. Guapete, ¿no?

Nació en Kettering, (Northamptonshireen, Inglaterra) el 10 de diciembre 1854, en el seno de una familia de clase media británica. Fue pintor e ilustrador y hermano del notable arquitecto John Alfred Gotch.
         Se formó artísticamente en Londres, en la Escuela de arte Hetherlies, entre 1876 y 1877. Más tarde estudió en la Koninklijke Academie voor Schone Kunsten de Amberes, entre 1877 y 1878. En 1879 asistió a la Gotch Slade School of Fine Art de Londres, donde tuvo como maestro a Alphonse Legros.
         En 1881 se casó con su compañera de estudios artísticos Caroline Burland Yates (Liverpool, 1854-Newlyn, 1945) en la iglesia de San Pedro de Newlyn. Juntos viajaron a París y en la capital francesa ambos asistieron a clases en la Académie Julian y a la Academia Lauren. Fue allí donde Thomas comenzó a pintar «au plein-air» (al aire libre). Y donde nació su hija Phyllis Maureen Gotch, en septiembre de 1882.
         Pese a que la salud de Caroline se resintió después del parto, la familia viajó mucho. En 1883 visitaron Australia, y más tarde Francia y Bélgica, Alemania, Austria, Australia, Sudáfrica, Italia y Dinamarca, con el fin de seguir perfeccionando su pintura.
         Vivieron en Londres entre 1884 y 1887, antes de instalarse en 1887 en la colonia de artistas de Newlyn (en Cornualles), donde construyeron una casa familiar a la que bautizaron como Wheal Betsy. En Newlyn la pareja empezó muy pronto a relacionarse con pintores y galeristas. Thomas fundó una academia donde impartía clases de arte a los jóvenes locales y juntos contribuyeron a la fundación de la Galería de Arte de Newlyn, el St Ives Art Club, formando parte de su comité directivo toda la vida. Entre sus amigos en Newlyn estaban, entre otros grandes artistas, Stanhope Forbes y Albert Chevallier Tayler.
         Thomas Cooper Gotch murió el 1 de mayo 1931 tras un ataque al corazón, mientras estaba en Londres preparando una exposición, y fue enterrado en la iglesia de Sancreed, en Cornualles. Caroline le sobrevivió catorce años
        
Fue un buen retratista y un gran paisajista, pero sobre todo, un magnífico colorista, cualidad por la que es valorado y recordado hasta el día de hoy. Comenzó utilizando un estilo naturalista, muy propio de su época y entorno, pero esto cambiaría radicalmente después de un viaje a París y Florencia entre 1891 y 1892. Tras conocer la labor de los románticos europeos simbolistas sus obras realistas del ámbito rural de Newlyn giraron al prerrafaelismo, estilo marcado por sus vibrantes y exuberantes colores, realizando sobre todo escenas de género alegóricas. En muchas ocasiones su hija Phyllis posó como modelo en sus más coloristas pinturas de niños. También Caroline se prestaría a ello alguna vez.
         La primera de estas «nuevas» pinturas: “Corona y cetro” de 1892, fue un rotundo éxito.

thomas cooper gotch

En el comité provisional que se formó previo a la apertura en 1895 de la Galería de Arte de Newlyn, se seleccionaron dos de sus obras para exhibir en la inauguración: «The Reading Hour» y «A Golden Dream».

Aquí tenemos otra de sus composiciones de ese período: Alleluia.

Thomas Cooper Gotch

Alleluia es un ejemplo del nuevo estilo de Gotch, que tomaría como foco generalmente los temas de la maternidad y el desarrollo infantil. Otras muestras de este tipo de trabajo serían The Child Enthroned (1894), The Heir to All The Ages (1897), Un desfile de la infancia (1899) y Holy Motherhood (1902). Estas obras, que comparten un estilo hierático común y se basan también en el simbolismo del ritual religioso, vinculan al artista con el movimiento del Prerrafaelismo Inglés.
 
Thomas Cooper Gotch

Holy Motherhood

Gotch expuso además sus obras en Cornwall, en la Royal Academy de Londres, de la que fue expositor habitual, en el Royal College of Art y en el Salón de París.
         No es muy reconocido entre los historiadores de arte internacional, aunque sí lo es, a un notable nivel, en la historia de la pintura británica. Sus obras están representadas en importantes colecciones de todo el mundo, sobre todo en Australia, Nueva Zelanda, Sudáfrica y el Reino Unido. Actualmente en el Reino Unido se siguen exhibiendo regularmente y con frecuencia sus cuadros, siendo objeto de estudios académicos.

En cuanto a Caroline Burland Gotch, ¿qué más os puedo decir de ella? Pues que a nivel artístico es una gran desconocida. Se sabe que expuso regularmente, en la Royal Academy entre 1887 y 1895, y con la Royal Society of British Artist durante toda la década de 1880. Se presentó en el Salón de París en 1897 y 1898, donde le otorgaron medallas de segundo y tercer lugar. Mostró trabajos en la Royal Hibernian Academy en 1879, en el New English Art Club en 1888, en la Society of Women Artist en 1879 y 1893 y también con el Royal Glasgow Institute of Fine Arts entre 1886 y 1894. También se presentó en galerías comerciales. Pero, a pesar de su registro en todas estas exposiciones, existen muy pocos ejemplos de su obra (yo no he sido capaz de encontrar ninguno. Al menos, no con su autoría establecida). Las fotografías (nuevamente, no he hallado nada) muestran composiciones sofisticadas, a menudo con mujeres y niños en casa.

No me sorprende

Creo que nunca podremos conocer el alcance del trabajo artístico de Caroline Burland Gotch, y si tendría relevancia propia hoy en día. Ha pasado a la historia (la del arte y la otra) por ser la (activa) compañera de su marido. Siempre presente, pero siempre en la sombra.

Vayamos ahora con su hija, que ya decía que los voy a tener en cuenta a los tres, en este caso, por ser el ejemplo perfecto de lo que una educación y un ambiente determinado pueden hacer con el desarrollo de una persona.


Thomas Cooper Gotch
"The Child Enthroned".
Phyllis Maureen Gotch (1882-1963) pintada por su padre en 1894.

Phyllis Gotch (Brolles, Francia, 1882) fue un verdadero personaje. Cantante, escritora e ilustradora. Tres maridos, el segundo marqués (del que se divorció) y el último treinta años menor y también descendiente de artistas de Newlyn. De ella decía una amiga, la artista Laura Knight, que era una persona a la que era imposible resistirse. Si ella hubiera sido general, escribió Knight en sus memorias, podría haber llevado a millones a la muerte y la gloria por una causa sin esperanza. Más tarde Phyllis utilizaría ese carisma para hacer campaña por la preservación del Newlyn histórico después de la Segunda Guerra Mundial.

          Phyllis Gotch creció en el círculo afectuoso y amoroso de su familia y de los otros amigos artistas que sus padres tenían en Newlyn. Le encantaba vestirse y organizar todo tipo de entretenimientos y fiestas. Su primer marido fue Ernest Doherty, con quien se casó en 1913. Ernest murió en Sudáfrica, en 1918, dejando a Phyllis sola con su hija Patsy, con la que regresaría a casa, para vivir un tiempo con sus padres. En 1922 se casó con Andre, marqués de Verdieres. Su tercer matrimonio tuvo lugar en 1936 con Jocelyn Bodilly (más tarde Sir), nieto de Francis Bodilly, el artista. Los esposos volvieron a vivir en Newlyn, donde la «Marquesa», como sería siempre conocida, se convirtió en una activista social y política, liderando protestas contra el redesarrollo de Newlyn después de la Segunda Guerra Mundial, y navegando con el Rosebud a los muelles de Westminster en apoyo de conservar el histórico puerto de Newlyn.


***Se puede ver un vídeo con muchas obras del artista en un blog llamado LEMBRANZAS 1.


(CONTINUARÁ...)