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viernes, 23 de marzo de 2018

RUMBO AL NORTE

Fragas do Eume

De verdad que necesito un descanso, esta vez sí. Dejar atrás por unos días el ajetreo, las reuniones, los detalles de última hora y las prisas por que todo estuviera a punto.
         Han sido unas semanas de lo más intensas. Emocionantes, desde luego, pero también agotadoras. Mi novela ha visto la luz, tuvo un feliz estreno y ahora camina a buen paso hacia la planificada segunda etapa: publicación en Amazon, Lektu y demás plataformas.
         Y yo me merezco una paradita. Necesito recargar pilas, ajustar la maquinaria y proporcionarme un espacio de serenidad y calma donde contarme nuevas historias, disfrutar con su construcción y darles voz sobre el papel cuando estén listas para ello. Y como siempre en estos casos, me subo al norte y recurro a las corrientes telúricas de la Fraga do Eume, el lugar donde hace ya mucho tiempo deposité el corazón; o al menos, un pedazo de él bien grande. Para parar y sanar. Para recobrar el pulso y ajustar mi tiempo al tiempo general.
  
Galicia calidade

Unos días de Galicia calidade (incluso con lluvia a saco, como está previsto) hacen maravillas, son capaces de resucitar incluso al zombi más recalcitrante. Así que allá voy, hacia la verde Coruña. Os escribiré a la vuelta.

miércoles, 21 de marzo de 2018

SER ESCRITOR O DEDICARSE A ESCRIBIR

Hamlet Shakespeare


















Esa es la cuestión

Érase una vez, en un tiempo ya lejano (en un espacio a menudo lejano también) que había escritores que cobraban anticipos y vivían del dinero que les reportaban sus libros. Escritores con un editor que les respaldaba, corregía y editaba, y que se mostraba extrañamente empeñado en publicitar y vender lo que ellos escribían.
         Sí, amigos, existió ese cuento y algunos lo vivieron de verdad, en primera persona; lo hemos visto en películas e incluso en las novelas de Stephen King. Y algunos escritores españoles han dejado su testimonio apuntando en la misma dirección. Pocos, cierto, pero alguno hasta sigue vivo y todo.
         Hoy esos tiempos han quedado atrás para la inmensa mayoría. Porque, como decía Golpes Bajos, son malos tiempos para la lírica (y la prosa).
         Ya hemos hablado otras veces de cuánto ha cambiado el sector editorial. El número de escritores parece haberse multiplicado por mil, mientras el de lectores (de libros de verdad) sigue estancado o a veces en franco descenso. El libro se ha devaluado como elemento cultural. A cambio, la posibilidad de publicar ha aumentado, igual que los canales para hacerlo. Y el acceso a diferentes formatos de lectura es mucho más fácil y está al alcance prácticamente de todo el mundo.

El caso es que la enorme oferta que existe hace que cada vez haya que buscar técnicas más depuradas, específicas, y a poder ser originales, para llamar de algún modo la atención y conseguir siquiera la oportunidad de que te lean. Que luego gustes o no ya será otra historia.
         A eso unimos el hecho de que hay cada vez más escritores que optan por saltarse los intermediarios y publicar por su cuenta, lo que implica tener que hacerse cargo de muchas otras tareas además de lo que es la escritura propiamente dicha. Y una gran parte de los autores que sí publican con editoriales al modo tradicional tampoco lo hacen como en los ejemplos del principio. Las editoriales —siempre decimos que las pequeñas, pero no es cierto, esto vale también para las grandes cuando se trata de autores noveles o sin mucho nombre— ya no apuestan por sus libros como antaño. Cuidan a los cuatro súper ventas, pero al resto los dejan librados a su suerte. Escaso o nulo apoyo en presentaciones, campañas publicitarias o promoción.

Entre unas cosas y otras, los autores tienen que hacer suyos aspectos profesionales que sobrepasan su oficio.
         En un artículo que publiqué aquí en octubre de 2014: LA QUIMERA DEL ESCRITOR II hablaba de este aspecto concreto, entre otras cosas. Comentaba las labores que realiza en condiciones normales un buen editor, y de las contraprestaciones que ofrecen las editoriales, esas que hacen que un autor firme por un 10% del precio final del libro. Pero decía también que en la actual situación son tareas que, o bien lleva a cabo el escritor, o no hace nadie; al menos, no de manera suficiente. Me refiero a cosas como la promoción, la distribución, orquestar campañas de marketing, conseguir presentaciones para dar a conocer la obra, prologuista, reseñas, etc.
         Bien, pues sea porque la editorial de turno no cumple su cometido, o sea porque un autor va por libre, los autores nos vemos obligados a manejarnos lo mejor posible con los aspectos «comerciales» del asunto.
         Si un escritor no consigue cierta presencia, si no tiene contactos y no utiliza las adecuadas técnicas de promoción y venta, ya puede ser su libro la octava maravilla, que no se va a comer un colín. Añado: y aun haciendo todas esas cosas no existe ninguna garantía de éxito.
         Por supuesto, hay autores que se rebelan contra este estado de cosas e insisten en que lo suyo es escribir y que es exactamente lo que van a seguir haciendo. Se encierran en su cuevita y tratan de crear verdadero arte, lo que, ciertamente, ya es tarea más que suficiente. El problema es que, cuando después de muchos meses de esfuerzo silencioso y solitario, terminan la novela de marras y deciden asomar la patita por debajo de la puerta, allí no queda ni Perry. Y si es difícil la promoción en todo caso, imaginad cuando no te conoce o no te recuerda casi nadie.
        Son esas entradas que comparten tres colegas tan solo, esas presentaciones donde solo aparece tu familia, ese libro del que se venden diez o doce ejemplares. Todos (todos) hemos tenido un poco o un mucho de eso, aunque te hayas dejado la piel preparándolo todo y ya no sepas qué más se podía hacer. Pero la sensación es distinta cuando te lo has currado, cuando has exprimido tus neuronas y has dejado salir a chorros tu creatividad. ¿Un mal resultado? Así es la vida, pero que nos quiten lo bailaó, que además seguro que algo (mucho) habremos aprendido en el proceso.
         Así que se hace necesario contar con un «PLAN». Como si tu trabajo fuera ese: el de editor-agente literario-manager-creativo de publicidad. Además de la tarea literaria, que es la que realmente te apasiona y te trajo hasta aquí. Buscando a toda costa el EQUILIBRIO, para no perder tampoco tu esencia y olvidarte de quién y qué eres. Fácil, ¿no? Total, solo se trata de doctorarse en malabarismo y mantener a un tiempo toda esa multitud de esferas en el aire. Y hacerlo por puro amor al arte, por la emoción del riesgo, pues sabes, si eres realista, que puedes acabar como Leónidas y los 300, caído en el barro a pesar de tu heroísmo. Pero, eso sí, con tu nombre, aunque sea para ti mismo, escrito en letras doradas en el cielo.
         Para eso somos escritores, señores míos. Escribámonos nosotros y escribamos nuestra historia como nos dé la gana. Y que la canten los juglares en nuestro nombre. Algún día.

escribir-publicar

viernes, 16 de marzo de 2018

Probablemente el MEJOR GRUPO español de la Historia


Grupo español 1984-1998
¿Se me nota mucho la pasión? XD
         No puedo remediarlo. El último de la fila fue mi grupo de referencia durante muchos años. Aún hoy los escucho y me emociono, porque su música despierta tantas sensaciones como antaño. Esa mezcla, única entonces, de pop, toques flamencos y aroma árabe en pequeñas dosis era y es capaz de evocar recuerdos y emociones, vividos o imaginados, quién sabe. Para mí sus canciones tienen sabor de barrio, de un espacio y un tiempo ya lejanos y de vez en cuando, leyes irresistibles de la nostalgia, dulcemente añorados. Pero también están sembradas de auténtica poesía y hablan de sueños, anhelos y vuelos desaforados de la imaginación. Ahí es nada. Magia pura que solo la buena música y la buena creación consiguen.



El último de la fila


Hoy les rinde homenaje el maestro Gustavo Iglesias en Radio 3. Y, claro, no he podido resistirme. Si queréis acompañarme, aquí podéis escuchar el programa completo:


http://mvod.lvlt.rtve.es/resources/TE_STPG4XT/mp3/9/2/1521110267829.mp3

lunes, 12 de marzo de 2018

ESTE SÁBADO...

L. G. Morgan

Calentando motores ya. Este sábado os esperamos en La Moradita mis personajes y yo. Sorpresas, buena cerveza y muy animada conversación.
         No podéis pedir un plan mejor para un sábado por la tarde.
         Y a las nueve como mucho se acaba el encantamiento y quedáis libres. El barrio de Canillas tiene múltiples posibilidades. No digo más :-)

viernes, 9 de marzo de 2018

CAMBIANDO EL MUNDO

Jack Kerouac

Brindemos por las locas, por las inadaptadas
por las rebeldes, por las alborotadoras,
por las que no encajan,
por las que ven las cosas de una manera diferente.
No les gustan las reglas y no respetan el statu quo.
Las puedes citar, no estar de acuerdo con ellas,
glorificarlas o vilipendiarlas.
Pero lo que no puedes hacer es ignorarlas.
Porque cambian las cosas.
Empujan adelante la raza humana.
Mientras algunos las vean como locas,
nosotras vemos el genio.
Porque las mujeres que se creen tan locas
como para pensar que pueden cambiar el mundo son las que lo hacen.”

Jack Kerouac
(Estados Unidos, 1922 – 1969)


 

Ayer, 8 de marzo de 2018, las mujeres del mundo (y muchos hombres concienciados) volvimos a salir a la calle a decir que no nos gusta lo que hay, y que las cosas se pueden, y se van a cambiar.
         Es un movimiento imparable que se extiende de una a otra punta. No sabemos cuánto tardará pero no importa, somos pacientes. Lo hemos aprendido a base de siglos de espera. La lucha continúa.

8M Gran Vía desde norte

8M Cibeles

8M Gran Vía

8M Atocha




martes, 6 de marzo de 2018

CREADORAS SILENCIADAS

Historia de las Mujeres en la Música

Historia de las mujeres en la música

Rescato esta entrada: La creación silenciada, porque volveremos a tener la suerte de asistir a esta apasionante conferencia-concierto, pero esta vez en La Soci (Cuevas de Almanzora, 46). Y con la intérprete Elena Pina estrenando nuestro piano de cien años.
         Es la ocasión perfecta para asistir a una transformación: nuestro pequeño espacio en el corazón de Manoteras se convertirá por un día en una recoleta sala de conciertos, donde descubrir, de la mano y la palabra de Sonia Ludd, un buen número de compositoras prodigiosas, cuyas voces, cuyos nombres, por desgracia, silenció la Historia.
         No os lo perdáis.

jueves, 1 de marzo de 2018

SIGUIENDO EL CAMINO DE BALDOSAS AMARILLAS

Mago de Oz
Todos los caminos conducen a Roma. O, en mi caso, todos los caminos acaban confluyendo en el mismo punto. Así que al final solo se trata de seguir el camino de baldosas amarillas, atenta a las sorpresas y los indicios que me salgan al camino.
         Andaba yo oyendo una de esas playlist semanales de Spotify y he vuelto a reparar una vez más en la misma canción:

Allah Elohim


Ya el título me ha intrigado convenientemente. Uno de mis relatos más satisfactorios (por lo mucho que tuve que documentarme y aprender para él, y por lo mucho que disfruté escribiéndolo) se llama «El Libro de Elohim».
         Elohim es una palabra hebrea que significa Dioses (y también poder, fuerza); el plural de El o Elóah. Cuando se aplica a Yahvé o a cualquier deidad singular tiene carácter de excelencia o majestad (un plural abstracto, por así decirlo). 

La letra de la canción traducida:

¿Quién es el que a través de mis ojos ve?/¿Quién es el que en mi paso brota?/¿Quién es el que con mi amor arde?/¿Quién es el que está usando mi yo?
Tú que vives en mi corazón,/en ti mi fe se origina./Yo dentro de ti, tú dentro de mí.
Allah Elohim
Para los infieles, soy religioso/para la ley religiosa un proscrito./La casa de mi señor está dentro de mí/y tengo mi templo en su corazón.
Para los judíos, soy un judío,/para los musulmanes: un musulmán./ En cualquier lengua hablo./¡Mi lenguaje es uno!

Pertenece al álbum Junun del compositor israelí Shye Ben Tzur, el compositor inglés y guitarrista de Radiohead Jonny Greenwood, y el conjunto hindú Rajasthan Express. Fue producido por Greenwood y grabado, mezclado y diseñado por el productor de Radiohead Nigel Godrich en 2015.
Las canciones fueron escritas por Ben Tzur, con Greenwood contribuyendo en la guitarra, el bajo, teclados, ondes Martenot y programación. Pitchfork describió la música como la incorporación de «la exhuberancia del latón al estilo de Bolywood, la devocional música Qawwali del Islam sufí y los instrumentos de cuerda incrustada asociados con la comunidad Manganiar». Sus letras están en hebreo, hindi y urdu.

Allah Ellohim

La grabación de Junun en Mehrangarah Fort en Rajasthan, India, es el tema de un documental del mismo nombre del director de cine Paul Thomas Anderson, lanzado en octubre de 2015. Greenwood había compuesto previamente bandas sonoras para varias películas de Anderson.

En la revista UNCUT podemos leer sobre esto:

En el año 2015, Paul Thomas Anderson se tomó un año libre de la creación de películas para explorar otras actividades musicales. Fortaleció los lazos con otro colaborador musical, Jonny Greenwood , el guitarrista y compositor de Radiohead que ha marcado todas las películas de Anderson desde There Will Be Blood de 2007.
         El único lanzamiento de Anderson en 2015 fue Junun, un documental de una hora de duración que sigue a Greenwood, el cantante y compositor Shye Ben Tzur y el productor de Radiohead Nigel Godrich mientras viajan al interior del norte del estado indio de Rajasthan para grabar con músicos Sufi Qawwali locales. El facilitador aquí parece haber sido Greenwood, quien se encontró con Tzur hace un par de años mientras viajaba por el desierto de Negev en el sur de Israel.
         Tzur es israelí de nacimiento, pero ha pasado mucho tiempo en la India estudiando la música devocional de la corriente mística del Islam conocida como sufismo; su música, cantada como está en una mezcla de hebreo, urdu e hindi salta fronteras geográficas y religiosas. La presencia de Greenwood y Godrich complica aún más esta ya compleja mezcla cultural.
         La película de Anderson captura una escena de la sesión de grabación, que tuvo lugar en el fuerte Mehrangarh del siglo XV en Jodhpur. Las palomas se agitan en las vigas mientras Tzur y un grupo de músicos indios, sentados con las piernas cruzadas, golpean el ritmo con palmadas y el tambor dholak. Luego la cámara se mueve para revelar una franja familiar: Greenwood encorvado sobre su Macbook Apple, ajustando cuidadosamente un ritmo electrónico hasta que se pone en marcha.
         Junun se inserta prolijamente en un linaje de películas musicales que capturan la cruda actividad del intercambio cultural, desde Buena Vista Social Club hasta Africa Express. Pero en este caso, en lugar de producirse algún tipo de colisión el este se encuentra con el oeste, Israel se encuentra con el islam. Estas 13 canciones tienen más que ver con la química natural y la comprensión mutua que con las declaraciones grandilocuentes. La película de Anderson tiene cuidado de no nombrar explícitamente a muchos de los jugadores hasta los créditos finales, y de manera similar la grabación evita cualquier sentido de liderazgo explícito, sintiéndose como el producto de un todo democrático. Tzur canta y toca la guitarra y la flauta, mientras que Greenwood se mueve entre la guitarra, la caja de ritmos, la computadora portátil y Ondes Martenot. Pero el énfasis se pone en los tambores de mano circulando, drones de armonio y coros vocales que son la columna vertebral de la canción de Qawwali.
         Los resultados pueden ser conmovedores. La canción principal, adaptada por Tzur a partir de un poema del escritor sufí Hazrat Nawab Mohammad Khadim Hasan Shah Sahib sobre "la locura del amor", acompaña a un hermoso clip, Greenwood tejiendo electrodos electrónicos alrededor de una batería de percusión manual sincopada . Dos vocalistas femeninas, Afshana Khan y Razia Sultan, encabezan la conmovedora «Chala Vahi Des», una canción de peregrinación de la mística del siglo XVI Meera Bai. Y «Julus» y «Junun Brass» muestran las capacidades de una banda india de seis músicos liderada por el trompetista Aamir Bhiyani.

El propio Jonny Greenwood lo cuenta así:

«Mi esposa me descubrió la música de Shye. Nos presentó y lo persuadió a él (y a mí) de que podríamos hacer un disco juntos. El momento clave fue decirle a Shye que podíamos grabar en cualquier lugar. Con Radiohead estábamos acostumbrados a instalar estudios en casas viejas y semi abandonadas. Mientras hubiera al menos una habitación grande, podríamos hacer que funcionara. Entonces, afortunadamente, Shye conoció a algunos maharajás en un campo de polo, en algún festival literario, creo, y el maharajá de Jodphur ofreció su palacio como lugar de grabación. Aparte de interminables cortes de energía, todo fue muy bien. Estábamos usando hasta el último equipo que teníamos, trajimos todo del estudio de Radiohead. Estas limitaciones fueron buenas para nosotros: Nigel y Sam construyeron una cámara de eco en un sótano del fuerte, por lo que se sintió como si todo el edificio se convirtiera en parte del registro».

En la web NONESUCH seguimos descubriendo más cosas sobre el álbum Junun y cómo fue el desarrollo del proyecto en su conjunto:

Greenwood ha sido fan de la música de Ben Tzur desde hace años, y las composiciones de Ben Tzur son la columna vertebral del proyecto. Estudió música clásica y vernácula en Rajastán durante más de una década, y su propia música se basa en gran medida en estas tradiciones, especialmente en la música devocional sufí similar a un trance llamada qawwali, para la cual compone letras en una mezcla de urdu, hindi y hebreo.
         Para Junun (Pasión), Ben Tzur y Greenwood alistaron a The Rajasthan Express, un poderoso supergrupo que combina tres variedades de música tradicional que generalmente no se tocan juntas: qawwali, música de la corte de Manganiar y una gran y escandalosa banda de música de Rajasthani.
         ... la sesión de grabación del maratón tuvo lugar en un impresionante fuerte de la colina de Rajput del siglo XV, donado por el maharajá de Jodhpur para el proyecto.Sobre Allah Elohim (la canción de mi interés):

... Allah Ellohim explora el mismo territorio, haciendo mella en la suave guitarra de Ben Tzur contra voces fuertes, hábilmente cantadas en hebreo por Razia Sultan, con un efecto deslumbrante...

Y con esto llegamos a otra de las pequeñas curiosidades que he encontrado en mi trayecto dorado de hoy: Razia Sultan. Realmente ha sido su voz lo que había llamado mi atención por encima de todo lo demás. Y cuál no sería mi sorpresa cuando, al ir a buscarla, me he dado de bruces con una famosa sultana hindú de igual nombre, cuya historia merece ser registrada aquí.



En una serie de televisión

Delhi sultana

Supuestamente, la auténtica Razia

razia sultanEn una ilustración

Según la Wiki, Razia (1205-1240) fue hija del sultán de Delhi Iltutmish Shams-ud-din.

Iltutmish se convirtió en el primer sultán en nombrar a una mujer como su sucesora cuando designó a su hija Razia como heredera. Razia fue la primera y última gobernante femenina del sultanato de Delhi. (Según una fuente, el hijo mayor de Iltumish inicialmente había sido criado como su sucesor, pero había muerto prematuramente). Pero la nobleza musulmana no tenía ninguna intención de adherirse a la decisión de Iltutmish de nombrar a una mujer como heredera, y después de que el sultán falleciese el miércoles 30 de abril de 1236, el hermano de Razia, Rukn ud din Firuz, fue elevado al trono en su lugar.
         El reinado de Rukn ud din fue muy corto. Junto con la viuda de Iltutmish, Shah Turkaan, su madre —para todos los efectos prácticos, la auténtica gobernante— Rukn ud din se dedicó a la búsqueda del placer personal y el libertinaje, provocando la indignación de la ciudadanía. El 9 de noviembre de 1236 tanto Rukn ud din como su madre Shah Turkaan fueron asesinados, después de sólo seis meses en el poder.
         Con renuencia, la nobleza acordó permitir a Razia reinar como sultana de Delhi. Ella vestía como un hombre y se sentaba en durbar abierto. Fue una gobernante eficiente y poseía todas las cualidades de un monarca. Cuando era niña y adolescente Razia había tenido poco contacto con las mujeres del harén, así que no había aprendido el comportamiento habitual de las mujeres en la sociedad musulmana. Desde antes incluso de convertirse en sultana, durante el reinado de su padre, ya se preocupaba, parece ser, por los asuntos de estado. Como sultana, Razia prefería usar túnica y tocado de hombre; y contrariamente a la costumbre, más tarde mostraría su cara cuando montó un elefante en la batalla, a la cabeza de su ejército.
         Una política astuta, Razia logró mantener a los nobles bajo control, y obtener el apoyo del ejército y de la población. Su mayor logro en el frente político fue manipular a las facciones rebeldes y enfrentarlas entre sí. En ese momento, Razia parecía destinada a convertirse en uno de los gobernantes más poderosos del Sultanato de Delhi.
         Pero Razia había calculado mal las consecuencias que tendría para su reinado su relación con uno de sus consejeros, Jamal-ud-Din Yaqut, un esclavo abisinio Siddi (Habshi). Según algunas versiones, Razia y Yaqut eran amantes. Otras fuentes simplemente los identifican como confidentes cercanos. En cualquier caso, antes de mucho tiempo ella había despertado los celos de la nobleza turca por el favoritismo que ella exhibía hacia Yaqut, que no era turco, cuando ella lo nombró para ser Superintendente de los establos. Finalmente, un amigo de la infancia llamado Malik Altunia, el gobernador de Bathinda, se unió con otros gobernadores provinciales que se negaban a aceptar la autoridad de Razia. Se produjo una batalla entre Razia y Altunia, con el resultado de que Yaqut fue asesinado y Razia tomada prisionera. Fue encarcelada en abril de 1240 en Mubarak Qila, Bathinda.
         Estando en prisión, a Razia le fue permitido ir a la mezquita de Hajirattan a ofrecer oraciones el viernes en un palki especial. Quedó en libertad en agosto de 1240. Para escapar de la muerte, Razia accedió a casarse con Altunia. Mientras tanto, el hermano de Razia, Muizuddin Shah Bahram, había usurpado el trono. Altunia y Razia lucharon contra él pero fueron derrotados a primeros de octubre de 1240. Huyeron de Delhi y alcanzaron Kaithal, para abandonarlo al día siguiente e ir en busca del resto de sus tropas. Cayeron en manos de Jats y fueron robados y asesinados el 13 de octubre de 1240. Bahram, por su parte, reinó de 1240 a 1242, pero fue destronado por incompetencia.

*********
Un personaje apasionante, ¿no creéis? Aparecido en mitad del camino por casualidad. Pero resulta que, para acabar de ligarlo todo, mañana tenemos en nuestro cine fórum la película «La estación de las mujeres», un film hindú estrenado en España en agosto de 2016 y al que yo dediqué una entrada en el blog: LA ESTACIÓN DE LAS MUJERES.​ Se sitúa en una pequeña aldea de Guyarat y está protagonizada por tres mujeres que se enfrentan a las tradiciones milenarias de su pueblo, que las mantienen sometidas y casi aniquiladas. Guyarat, a mil kilómetros de Delhi. Con Rajasthan prácticamente a medio camino de las dos.