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lunes, 3 de agosto de 2015

ARA MALIKIAN


1 de agosto de 2015. Concierto en el Teatro Egaleo de Leganés. Toda una experiencia.
         Con Ara Malikian el concepto "música clásica" cambia completamente de sentido. Él es otra cosa. Y hace que la música resulte distinta. Con su hermoso pelo negro, su barba poblada y su aire exótico de violinista zíngaro(**), este libanés de origen armenio es capaz de transformar la música y volverla imprescindible, como si fuera algo cotidiano en lo que nos integramos plenamente y participásemos de algún modo en ello.
         Él es la quintaesencia del músico ambulante de otros tiempos, un príncipe bohemio disfrazado de violinista que fuera de mercado en mercado desempeñando su oficio, convocando en cada plaza numerosas muchedumbres, embelesadas por su magia.
         Fiel a esa tradición, el músico se vuelve también trovador, cuentista, bailarín, malabarista.
         Y al acabar la función recogería sus bártulos, su bolsa llena de monedas y los aplausos del público, y se iría a la taberna más cercana a disfrutar de un trozo de asado y una buena jarra de cerveza tibia, hasta que llegara el día siguiente y, con él, la hora de partir.
         Malikian no solo toca el violín, él interpreta con todo su cuerpo. Por eso es casi imprescindible verlo en directo, donde despliega su don: se convierte en el mensajero de los dioses, el vehículo privilegiado que nos trae la verdadera música, esa que llena el espacio platónico donde todo tiene su origen.



De entre todo el repertorio que tocó esa noche me permito destacar una obra, sentida y profunda, que se llama "1915" y está inspirada, tal como nos contó el autor, en el Genocidio Armenio(***) ocurrido en esa misma fecha. Cien años se han cumplido desde este atroz pasaje de la Historia el 24 de abril de este 2015.
         Esa obra es toda una historia, con su inicio, sus subidas y sus bajadas, sus momentos de rabia y desesperación y sus silencios terribles. Pero también tiene espacio para la redención y la esperanza, para la certeza de que un nuevo amanecer es posible.
         Yo me preguntaba entonces, viendo toda esa capacidad que tiene la música para transmitirnos y para pulsar en nosotros fibras tan profundas que habitualmente no notamos, cómo se podría trasladar eso al papel y a la palabra escrita, cómo aspirar a traducir de ese modo esos sentimientos que nos erizan la piel y nos laten en las tripas. Es entonces cuando el oficio de escribir parece partir con desventaja, derrotada por la inmediatez del sonido la racionalización que exige la palabra. Tarea extra que algunos nos imponemos para lograr literatura que "se perciba" y no solo se lea.

Genial como siempre, Ara Malikian. No se puede decir otra cosa. Y geniales también los músicos y bailarines que le acompañan.
         Música para el pueblo, quizá, lejos de los lugares solemnes y apagados en los que nos obligan normalmente a escucharla. Pero música verdadera que nos pertenece a todos. Solo hay que dejarse sentir para saberlo.



(**) Un artículo muy interesante en torno a la denominada música zíngara:
La música zíngara


(***) Para los curiosos, como yo, el Genocidio armenio (wikipedia dixit), llamado también Holocausto armenio, fue la deportación forzosa y exterminio de un número indeterminado de civiles armenios, calculado entre el millón y medio de personas y los dos millones, por el gobierno de los Jóvenes Turcos en el Imperio Otomano, desde 1915 hasta 1923.
         Se caracterizó por su brutalidad en las masacres y la utilización de marchas forzadas con las deportaciones en condiciones extremas, que generalmente llevaba a la muerte a muchos de los deportados. Otros grupos étnicos también fueron masacrados por el Imperio Otomano durante este período, entre ellos los asirios, los griegos pónticos y los serbios. Algunos autores consideran que estos actos son parte de la misma política de exterminio.

2 comentarios:

  1. Buen violinista polifacético que grabó hace unos años toda la obra de Sarasate. Es asiduo en los festivales y conciertos en Pamplona. Tiene cierto cariño a esta tierra.

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  2. Es de esos músicos que se ganan al público donde vayan. No es solo su virtuosismo, sino también su personalidad. También es fan fatal de Pagagnini XD

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