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viernes, 20 de mayo de 2022

¡Queremos el pan y las rosas!


Érase una vez, exactamente en junio de 1910, que una mujer llamada Helen Todd(*) pronunció un discurso llamado a convertirse en semilla de toda una demanda, acuñando una frase que se haría histórica y quedaría para siempre ligada a la lucha de la clase trabajadora, y, muy especialmente, a la de las mujeres trabajadoras.

         Todo empezó cuando un grupo de mujeres del Chicago Women`s Club inició una campaña automovilística en todo el estado de Illinois para exigir el derecho de las mujeres al voto, en la creencia de que el voto era el camino para lograr derechos fundamentales que sistemáticamente les eran negados. Las mujeres que formaron esta primera campaña automovilística fueron Catherine McCulloch, abogada y jueza de paz; Anna Blount , médica y cirujana; Kate Hughes, una ministra; Helen Todd, inspectora estatal de fábricas; y Jennie Johnson, cantante, que tenía la misión de abrir cada acto con una serie de canciones de sufragio que pretendían concentrar y calmar a la audiencia para los discursos posteriores.

         A cada una de las ponentes se le asignó un tema en el que era experta. Helen Todd, como inspectora de fábrica, representó a las mujeres trabajadoras y discutió la necesidad de crear leyes sobre salarios, condiciones de trabajo y horarios.

         Es en este discurso de Helen sobre la condición de las mujeres trabajadoras donde surge por primera vez la frase: Pan para todos, y rosas también, ampliada así:

«No de una vez; pero la mujer es el elemento maternal en el mundo y su voto se destinará a ayudar a avanzar el tiempo en que el Pan de vida, que es hogar, refugio y seguridad, y las Rosas de la vida, la música, la educación, la naturaleza y los libros, serán la herencia de cada niño que nace en el país, en cuyo gobierno tiene voz». (Helen Todd, 1910).

La fuente de inspiración de Helen Todd para su frase pan y rosas es desconocida.​ Sin embargo, hay una cita del médico y filósofo romano Galeno de Pérgamo que se asemeja mucho al sentimiento y la redacción de la frase. Según el escritor del siglo XV Shems-ed-Deen Moḥammad en-Nowwájee, Galeno habría dicho: «El que tiene dos tortas de pan, que disponga de una de ellas para unas flores de narciso; porque el pan es el alimento del cuerpo, y el narciso es el alimento del alma». Por otra parte, ese mismo sentimiento de que los pobres no sólo carecían de alimento para el cuerpo, sino también de flores para el alma, parece haber sido un tema común entre los reformadores de finales del siglo XIX y principios del XX.


Fuera como fuera, a partir de ahí la expresión se convierte en un lema habitual en las marchas por el sufragio femenino y los demás derechos de las trabajadoras. Se piden cosas fundamentales, básicas, pero sin olvidar aquello de «no solo de pan vive el hombre». Porque las mujeres no se conforman con sobrevivir, sino que quieren vivir con dignidad y plenitud.

En 1911, tan solo un año después de su aparición, James Oppenheim retoma la frase y la incorpora a su poema «Bread and Roses», que se publicaría en The American Magazine en diciembre de 1911, con la línea de atribución «"Pan para todos, y rosas también", un eslogan de las mujeres en Occidente».
         Después de esa primera vez, el poema se publicó nuevamente en julio de 1912 en The Survey con la misma atribución que en diciembre de 1911. Y luego el 4 de octubre de 1912 en The Public, un semanario dirigido por Louis F. Post en Chicago, esta vez con el lema atribuido a las «Mujeres sindicalistas de Chicago».

PAN Y ROSAS

Mientras vamos marchando, marchando a través del hermoso día,
un millón de cocinas oscuras y miles de grises hilanderías
son tocadas por un radiante sol que asoma repentinamente,
ya que el pueblo nos oye cantar: ¡Pan y rosas! ¡Pan y rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, luchamos también por los hombres,
ya que ellos son hijos de mujeres, y los protegemos maternalmente otra vez.
Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte,
los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos.
¡Dennos pan, pero también dennos rosas!

Mientras vamos marchando, marchando, innumerables mujeres muertas
van gritando a través de nuestro canto su antiguo reclamo de pan.
Sus espíritus fatigados conocieron el pequeño arte, y el amor, y la belleza.
¡Sí, es por el pan que peleamos, pero también peleamos por rosas!

A medida que vamos marchando, marchando, traemos con nosotras días mejores.
El levantamiento de las mujeres significa el levantamiento de la humanidad.
Ya basta del agobio del trabajo y del holgazán: diez que trabajan para que uno repose.
¡Queremos compartir las glorias de la vida: pan y rosas, pan y rosas!

Nuestras vidas no serán explotadas desde el nacimiento hasta la muerte.
Los corazones padecen hambre, al igual que los cuerpos.
¡Pan y rosas, pan y rosas!

James Oppenheim(**), 1911


La frase se asociaría también con la exitosa huelga textil de Lawrence, Massachusetts, entre enero y marzo de 1912, ahora a menudo citada como la «huelga del pan y las rosas». De nuevo, las demandas incluían tanto salarios justos como condiciones de vida dignas.

En junio de 1912, Rose Schneiderman, de la Women's Trade Union League de Nueva York, incluyó la frase en un discurso que pronunció en Cleveland en apoyo de la campaña de mujeres de Ohio por el sufragio igualitario, ampliando su significado. En su discurso, que fue parcialmente publicado en la revista Life and Labor de la Women's Trade Union League, afirmó:

«Lo que quiere la mujer que trabaja es el derecho a vivir, no simplemente a existir, el derecho a la vida como la mujer rica tiene derecho a la vida, al sol, a la música y al arte. No tenéis nada que el trabajador más humilde no tenga derecho a tener también. La trabajadora debe tener pan, pero también debe tener rosas. Ayudadnos, mujeres privilegiadas, dadnos el voto para luchar». (Rose Schneiderman, 1912).]

         En posteriores discursos repetiría con frecuencia la misma cita sobre las trabajadoras que deseaban pan y rosas. Debido a ello su nombre se entrelazó para siempre con la frase pan y rosas.
         Un año después de la publicación del poema de Oppenheim, de la huelga textil de Lawrence y el discurso de Schneiderman, la frase se había extendido por todo el país. En julio de 1913, por ejemplo, durante un desfile por el sufragio en Maryland, participó una carroza con el tema «Pan para todos y rosas también». La carroza llevaba un barco con tres niños: un niño con una canasta de pan y dos niñas con una canasta de rosas.


(*) Hellen Todd fue una sufragista y activista por los derechos de los trabajadores, nacida en Estados Unidos en 1870. Comenzó su carrera como educadora y luego se convirtió en inspectora de fábricas. Escribió sobre el trabajo infantil en fábricas y se preocupó por la falta de derechos de las mujeres trabajadoras.

Todd hizo campaña por el sufragio femenino por todo Estados Unidos. Después de que las mujeres obtuvieron el derecho al voto, continuó abogando por inmigrantes, trabajadores y mujeres. Murió en 1953.



(**) James Oppenheim (1882-1932) fue un poeta, novelista y editor estadounidense. Fue un reconocido escritor de cuentos y novelas. Su poesía siguió el modelo de Walt Whitman de reflexiones en verso libre sobre «los aspectos sociales y democráticos de la vida». Oppenheim describió los problemas laborales de las clases trabajadoras en su novela The Nine-Tenths (1911) y en su famoso poema Bread and Roses , (1911), inspirado en un discurso de Helen Todd . Más tarde, el poema fue musicalizado en 1976 por Mimi Fariña y nuevamente en 1990 por John Denver .


(***)Rose Schneiderman fue una feminista y socialista
estadounidense de origen judío nacida en Polonia en 1882, y una de las líderes sindicales femeninas más prominentes. Como miembro de la Liga de Sindicatos de Mujeres de Nueva York, llamó la atención sobre las condiciones inseguras en el lugar de trabajo, luego del Incendio en la fábrica Triangle Shirtwaist de Nueva York de 1911, y como sufragista, ayudó a aprobar el referéndum estatal de Nueva York de 1917 que otorgó a las mujeres el derecho a votar.
         Schneiderman también fue miembro fundador de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles y formó parte de la Junta Asesora Laboral de la Administración Nacional de Recuperación bajo la presidencia de Franklin D. Roosevelt.



Aquí podéis ver una versión musicalizada del poema con fotografías de la época de la lucha por el sugragio:


Y aquí en una escena de la película PRIDE (altamente recomendable):

3 comentarios:

  1. Impagable la información, Laura. Hay mucho que agradecer a nuestras predecesoras. Y cierto, la peli de Pride es altamente recomendable que en esa escena pone la piel de gallina.

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  2. No soy un anónimo, soy Belén. JAJAJAJAJA

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  3. Pues menos mal que lo dices XDD Me alegro de que te haya gustado.

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