LA CASA DE LOS
CEREZOS
por L. G. Morgan
Aquella noche yo me sentía más emocionado que en ningún momento de mi vida. Nunca había dormido fuera de casa, yo solo, ni había ido de acampada o de excursión con los amigos. Era la primera vez. Y me resultaba la mar de emocionante. El pastel además tenía su guinda: íbamos a dormir en una casa abandonada –aunque fuera ese abandono algo bastante reciente–, en la que moraban fantasmas.
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Un capítulo realmente muy bueno. La confesión del Sr. Antón, tan asombrosa como triste a la vez. Las vivencias del protagonista cada vez más fuertes...
ResponderEliminarCada vez mejor se pone esto :)
Gracias, Kary. No te imaginas lo que agradezco tus comentarios. No solo es que sigues la novela con tanta atención, sino que sintonizas con lo que cuenta. Es una enorme satisfacción para una autora ;-)
Eliminar:D
EliminarAl principio del capítulo un "se" que se coló.
ResponderEliminarUn capítulo lleno de sorpresas, vivencias, amores, fantasmas y muchos temas más. Me ha gustado mucho. Tuve que buscar "drilé" en el diccionario. Está perfectamente contado. Casi me asusto yo.
Arreglado, gracias.
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