siguenos en facebook siguenos en Google+ siguenos en Twitter Sígueme en Pinterest sígueme en Blogger sígueme en Blogger sígueme en Blogger sígueme en Instagram

miércoles, 26 de junio de 2013

LA CASA DE LOS CEREZOS XV

Después de unos días de tregua llega el capítulo 15, y con esto iniciamos la cuenta atrás.
Apenas quedan unos cuantos cabos sueltos que atar antes de llegar al fin. Pero ya sabéis que a Daniel le gustan los finales redondos, donde todo queda rematado como Dios manda :)
Así que, coged aire y... ¡a por ello!
¡Tres...!

LA CASA DE LOS CEREZOS
por L. G. Morgan


15. De resaca

Fue como si otra vez me despertara de un sueño. Sin mediar transición ninguna me encontré de nuevo en mi saco de dormir, sin saber cómo había regresado.
       El Sr. Antón seguía durmiendo en la tumbona y no había ni rastro del niño. 
       
                      .......................................................................

4 comentarios:

  1. Este capítulo desde mi punto de vista es el broche de oro. ¿Cuántas veces tenemos en un sector de la memoria,hechos confusos y olvidados a raíz del comportamiento de los mayores...?
    La mente es increíble, situaciones que nos shockearon quedan ocultas por muchos años, para protegernos, tal vez, de no sufrir más de lo debido.
    Pero los recuerdos a medida que pasa el tiempo, son más fuertes que esa protección,y nos lleva de una manera u otra a preguntarnos y descubrir lo que tan escondido estaba en nuestra mente. Solo, cuando realmente podemos armar el rompecabezas de nuestra historia, podemos encontrarnos con nuestro propio yo. Mientras tanto sino, vivimos con una angustia eterna.
    Ya quisiera saber el diálogo con la madre. Muchas veces ellas, se equivocan en decidir por nosotros, pensando que hacen lo mejor,nunca ven el momento oportuno para revelar los secretos...
    Con respecto a la desaparición de Agustín, no me pareció raro que no se note su ausencia. Cada uno en esta vida se encarga de sembrar amor u odio.
    Fantástico Morgan!
    Espero el próximo! Un beso :D

    ResponderEliminar
  2. Una recapitulación de todos los hechos exigida para los lectores y para el propio protagonista.
    La pesada losa de lo oculto se ha desvanecido y los recuerdos afloran y al hacerlo son libres, no pesan y la sensación de culpa ha desaparecido porque el muchacho sí es capaz de comprender lo que sucedió.
    Supongo que de niño su mejor opción fue bloquearlo para no volverse loco.
    Estupendo como siempre.
    Un saludo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Otro ;-)
      Quería eso: poner de manifiesto el proceso psicológico que se había movilizado por el misterio y los fantasmas.

      Eliminar