Pues resulta que ayer, gracias a Raelana Dsagan, descubrí a un pintor alemán que no conocía: Caspar David Friedrich
Cara de buenos amigos no tiene, desde luego XD
Pero era un genio, eso sí.
Empecé a ver sus pinturas, que, curiosamente, cuadraban muy bien con lo que estaba escribiendo. No en cuanto a la trama en sí, sino en cuanto al ambiente y las "sensaciones". Para colmo, andaba escuchando esto, de Nox Arcana: http://www.youtube.com/watch?v=zM0Ldn-X5gA
Así que ya podéis imaginar el efecto XD
Ladys and gentleman, damas y caballeros, con ustedes el arte magnífico de Caspar David Friedrich, al que les invito a conocer (si es que no han tenido ya ese placer).
Nacido en Greifswald, Alemania (que entonces pertenecía a la corona sueca) en 1774, en el seno de una familia numerosa. La muerte de algunos de sus seres queridos marcó su infancia, definiendo para siempre su carácter, con tendencia a la tristeza, e inculcando en él un intenso interés por el tema de la muerte y la vida después de esta, algo que se plasmaría palpablemente en su obra.
Su género preferido fue el paisaje y, dentro de él, los temas montañosos y marinos. El carácter de sus obras es marcadamente simbolista. Pretende reflejar el alma de las figuras humanas que suelen aparecer en primer plano, creando así lo que en el siglo XIX se llamarían «paisajes íntimos». A su juicio, el arte debía mediar entre las dos obras de Dios, los humanos y la Naturaleza.
Caminante ante un mar de nubes
Dos hombres contemplando la luna
El espíritu que domina su pintura es radicalmente romántico: abundan las escenas a la luz de la luna, espacios gélidos (mar de hielo, campos helados), las noches, paisajes montañosos y agrestes. Cuando incluye elementos humanos, suelen ser de carácter sombrío, como cementerios o ruinas góticas. Una y otra vez aparecen elementos religiosos, como crucifijos o iglesias.
El mar de hielo
La abadía en el robledal
Es un pintor que te hace sentir pequeño ante la inmensidad del mundo. Y sus paisajes están vivos, no son imágenes estáticas, marcos, sino es como si cada árbol, cada montaña, tuviera vida propia. A mí me encanta :)
ResponderEliminarGracias por tu mala influencia :-)
EliminarEspectacular. Que belleza la del romanticismo alemán... en el arte, la música... Gracias por el apunte.
ResponderEliminarA ti por pasarte ;-)
EliminarMuchísimas gracias por la información. Muy fructífera.
ResponderEliminarUn saludo.
Me alegro de verte de vuelta ;-)
ResponderEliminarFriedrich siempre ha sido uno de mis favoritos. Sobretodo por sus pinturas de ruinas.
ResponderEliminarMuy evocadoras, sí.
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