Todas las fotos de M. A. Rodríguez |
Hace ya unos cuantos años que mi familia y yo recorremos esta tierra mágica, habitada por meigas y mouros, árboles frondosos y ríos susurrantes. Es una comarca plagada de misteriosos y antiguos rincones, que adoptamos como nuestra desde el primer día. Umbría y desconocida, con el mar siempre presente en la distancia, como un horizonte azul que uno sabe que aguarda a la vuelta del camino aunque aún no podamos verlo.
Cada vez nos alojamos en As Neves, un pequeño pueblo que pertenece al concello de A Capela, a una media hora de la capital, A Coruña. La casa está muy cerca del extremo occidental de lo que constituye las Fragas do Eume, uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de toda Europa. El parque natural tiene la forma de un triángulo irregular, cuyos vértices son As Pontes, Pontedeume y Monfero.
Adjunto mapa, donde se delimita muy bien el territorio del Parque Natural. |
Por muchas veces que vayamos, sigue siendo visita obligada el bosque y los regalos que atesora: el Mosteiro de Caaveiro, el emplazamiento de un antiguo molino que usaban los monjes y que nosotros llamamos Rivendel, los caminos que conducen a una antigua central eléctrica, con sus edificios aún en pie aunque comidos de verde, el paseo junto al río y los puentes colgantes...
Río Eume
Mosteiro de Caaveiro |
Rivendel
El mar como un horizonte que se adivina en la distancia
En cada uno de nuestros viajes tratamos de visitar los lugares conocidos que se han vuelto emblemáticos para nosotros, y descubrir lugares nuevos. Este año hemos encontrado un enclave llamado Refugio de Verdes, en las riberas del río Anllóns, que nos ha entusiasmado. Está en una zona de islotes y caídas de agua, con puentes de piedra o madera que permiten pasar de una parte a otra. Lo que fueron antiguos molinos harineros se encuentran ahora completamente restaurados y constituyen refugios que permanecen abiertos para los excursionistas.
¡Por fin!, conseguimos ver el castillo de Moeche, pendiente de otros viajes, y estuvimos en una antigua mina de wolframio, hoy en día abandonada. El camino de acceso puede dar fe de ello XD
Castillo de Moeche |
Antigua mina de wolframio
CONTINUARÁ...
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Pff, me has puesto los dientes largos. Hace ya tiempo que tengo ganas de visitar en norte de España, en especial Galicia, y después de ver esto... A ver si se lo enseño a mi mujer, que está todavía más interesada que yo en viajar allí.
ResponderEliminarSeguro que os encantaría. La primera vez que fui yo (en el Pleistoceno XD) me llevé una gran decepción. Acababa de estar en Navarra y me sentía yo muy rural. Fuimos a las rías bajas y todo estaba como muy urbanizado, y además sin mucho acierto, la verdad. Cuando, años después, descubrimos esta zona... Me pareció que entonces sí palpaba por primera vez el alma de la tierra.
Eliminar«Forzas do ar, terra, mar e lume,
ResponderEliminara vos fago esta chamada:
si e verdade que tendes mais poder que a humana xente,
aquí e agora,
facede cos espíritos dos amigos que estan fora,
participen con nos desta queimada»
Precioso conjuro. Pero ten cuidado con abusar del orujo, o verás mi rostro brujeril espiándote entre las llamas del caldero XD
EliminarGalicia es también asignatura pendiente para mí, que apenas la he pisado. Me han encantado las fotos de "Rivendel" -no sorprende que le hayáis puesto tan evocador nombre :D
ResponderEliminarXD Deformación "profesional", supongo. Es sitio de mucho patear, hay rutas asombrosas en las que te parece que eres el primer ser humano que pisa.
EliminarMadre mía, qué bonito y mágico. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarA ti por pasarte ;-)
EliminarM. A. es tan buen fotógrafo como tú, Íñigo.
EliminarAsí da gusto viajar, con el cronista gráfico al lado.
L.G. Morgan, a ver cuando te vienes a dar una vuelta a Galicia Sur, las maravillosas islas atlánticas (hace poco volví a Cies y me parece un lugar de ensueño) entre otras muchas cosas te esperan. Y ya sabes, por Vigo tienes guía. Besitos ;)
ResponderEliminarSería un placer, desde luego. Lo que pasa es que desde donde está la casa ya Santiago nos queda un poco lejos (para hacer en un día, me refiero) y nos cuesta decidirnos. Pero no lo descarto, no.
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