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martes, 9 de diciembre de 2014

Algo que agradecer a Ridley Scott


Fue algo que se me ocurrió este fin de semana después de ver Prometheus, la película de Ridley Scott estrenada en agosto de 2012 en España.
         Había leído comentarios de todo tipo sobre la película, a favor o en contra, así que no sabía muy bien qué esperar de ella. Quizá por eso, porque la vi "en blanco", puedo decir que me pareció muy entretenida y que me gustó. Y que disfruté sobremanera de las magníficas imágenes y los efectos especiales. En mi opinión, la película maneja además unas cuantas ideas muy interesantes y deja abiertas suficientes incógnitas como para que te preguntes por posibles soluciones. Lo que está bien... y también está mal XD
         Bien, porque te hace darle un rato al cerebro, luchando por entender y encajar el argumento, una tarea esforzada teniendo en cuenta la velocidad a la que sucede todo. Y mal, porque te revela unos cuantos cabos sueltos, que uno sospecha no intencionados, y abre claramente paso a una segunda parte.

Pero, en cualquier caso, no es la película en sí lo que me ha hecho considerar "amablemente" a su director estos días, sino otra cosa, que tiene que ver con el hecho de que tenga como principal  protagonista a una mujer -la doctora Elizabeth Shaw (Noomi Rapace)- ejerciendo además, en este caso, un rol tradicionalmente femenino. Es decir, una mujer comprometida, con arraigadas creencias que defiende firmemente, pero que no tira de autoritarismos ni falta de sensibilidad, una mujer que se permite mostrarse vulnerable, que ansía un hijo y además está entregada a su profesión, que puede sentir empatía ante otras criaturas absolutamente distintas a ella.
         Entendemos mejor su papel por oposición al de otra mujer, que resulta relevante en el film: Meredith Vickers (el personaje interpretado por Charlize Theron), jefa de la expedición e hija del magnate, quien, podríamos decir, desempeña un rol tradicionalmente masculino. Es decir, parece de esas mujeres que, como Margaret Thatcher o Angela Merkel han adoptado modelos masculinos para poder acceder a puestos dirigentes. Cerebrales y poco empáticas, de liderazgos firmes y poco dialogantes. Duras, sin concesiones a la suavidad o al sentimiento, porque temen (con razón) ser acusadas a la mínima de sentimentales o emotivas y de "blandas". Simplemente han aceptado las "reglas del juego" para poder triunfar.
         En cambio la doctora Shaw no paga ese precio. Es una mujer (hablando en términos de género) que "protagoniza" su vida y tiene el papel principal en la película.

Según veía Prometheus caí en la cuenta de que también fue Ridley quien inauguró toda una época con su teniente Ripley, formidable protagonista de Alien, el octavo pasajero, película que elevó el género de la ciencia ficción a niveles de prestigio jamás antes alcanzados.


El personaje de Ripley supuso una revolución. Era una mujer en un puesto de autoridad que hacía trabajos "de hombre" (recordemos que estamos hablando del año 1979), que se enseñoreaba totalmente de la película, una cinta de ciencia ficción, género donde las pocas mujeres presentes hasta la fecha tenían papeles de comparsa y, en muchos casos, de víctima golosa a la que, si hay suerte y para mayor gloria suya, el héroe consigue rescatar.
         Ripley creó escuela, no cabe duda, abrió el camino para otras heroínas del tipo de Lara Croft, Sarah Connor o Alice, de Resident Evil.
         ¿Y cómo no recordar de nuevo la mano de Scott meciendo la cuna en Thelma y Louise? Película que, en su momento, a mí me pareció el equivalente a un himno. Que supone un auténtico ajuste de cuentas frente a una realidad, por desgracia, muy presente aún hoy en día.
         No sé si en todas las películas del señor Ridley Scott habrá buenos papeles protagonistas femeninos, no me he parado a pensarlo. Me conformo con que nos siga proporcionando, tan a menudo como hasta ahora , otros cuantos más como estos.

4 comentarios:

  1. Reseña interesante. Pero aparte de los efectos y el diseño visual, la película me parece un total sinsentido.

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  2. A mí me gustó, pero ya digo que iba sin ninguna expectativa. Y tampoco me puse a recordar Alien entonces, porque si no me habría costado atar cabos para ligarlas. Me entretuvo y me pareció que aportaba ciertas bazas, como el personaje de Shaw y el androide, y la intención de ir al espacio a responder las preguntas existenciales, mientras que el promotor iba para resolver cuestiones mucho más prácticas XDD

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  3. Buen artículo. La verdad que Ridley Scott tiene buenas heroinas y mujeres fuertes. Pero lo de Ripley creo que en parte fue por una baja en el casting, según dicen los rumores, porque Paul Newman no quiso ese papel en su momento.
    Así que buen error.

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    Respuestas
    1. Es cierto. Yo he leído que como tenían poco presupuesto, a Scott se le ocurrió dar el protagonista a una mujer, sobre todo una que todavía no tuviera un gran caché, y de ese modo ahorrarse dinero. Pero demostró gran valentía al atreverse con el cambio, que era entonces muy radical.

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