Que nos va el sincretismo, sí señor. Adoramos la oscuridad, la fiesta mexicana del Día de Muertos, Halloween, Samhain y la imagen aterradora y neblinosa de la Santa Compaña.
En mi barrio estamos muy locos y nos crecemos ante los retos. Así que...
Imaginad, Sicilia, 1920, una joven de pechos turgentes...
Las chicas de oro - Bea Arthur, Betty White, Rue McClanahan, Estelle Getty
Venga, no, probemos de nuevo. Imaginad, Manoteras, 2017.
En la plaza de la Soci se ha congregado una extraña multitud. Visten de negro y entre ellos se ven algunas Catrinas y Catrines, algún que otro vampiro que viene de empalmada de Halloween, unos cuantos Hombres-lobo, mucho esqueleto... Y todos ellos rodeados de velas y la luz incierta que se derrama de los fanales que agitan dos encapuchados.
La gente porta campanas, crótalos y algunos cencerros. Gimen y se agitan, inquietos, pues presienten que su camino está a punto de comenzar. El reloj da las ocho y la procesión se pone en marcha. Avanza por la calle principal al ritmo de la música siniestra que marcan los huesos y las campanas. Las luces oscilan en la noche oscura. El sonido de los ropajes y el arrastrar de cientos de pies arranca eco en las calles. Una voz desgarrada repite una y otra vez «ánimas bendi.. ánimas bendi... ánimas benditas». Y continua con su cantinela interminable.
La serpiente de luz y sombras pasa ante cada portal, ante cada farola embrujada por la niebla, ante cada balcón dormido, y sigue su lento avance sin concederse un descanso. Al fin, cuando nadie creía que todo aquello tendría un final, cuando el reposo parece una quimera, la Fantasmal Compaña alcanza el Huerto y se detiene en torno a unas misteriosas luces. Prenden las llamas de las queimadas y se escucha el siseo de muchas voces recitando el conjuro y rindiendo pleitesía a las almas de los difuntos. La multitud guarda luego silencio. Solo un corto espacio de tiempo. Y entonces...
Y entonces la música festiva y alegre de la fiesta mexicana se adueña del espacio y todos brindan y se desean una muy feliz Estación Oscura. Se prenderán hogueras en las casas y en los corazones de todos. Para aguantar el invierno y soñar con que la próxima Primavera ha de venir, como cada año, y esta vez traerá consigo consigo la mejor de las cosechas.
Sus raíces están vinculadas con la conmemoración celta del Samhain y la festividad cristiana del Día de Todos los Santos, celebrada por los católicos el 1 de noviembre. Se celebra internacionalmente en la noche del 31 de octubre en países anglosajones. Me quedo con la celebración de México, que festejan con alegría el Día de Difuntos.
ResponderEliminarNoches de meigas, de ponche a la luz de la luna contando cuentos o en su defecto, viendo películas de terror.
Un abrazo literario.
Adoro Samhain y todo su simbolismo. Y el Día de Muertos mexicano lo conocí más en profundidad cuando me documentaba para un relato relacionado con la temática. A mí también me enamoró el «color» de esa fiesta, la estrecha relación que los vivos mantienen con sus ancestros. Y el cariz benévolo de los dioses del Inframundo, que están en la base de las creencias. El Día de Todos los Santos es posterior. Pero la costumbre de recordar y festejar a nuestros difuntos (el día 2, desde el S.X como festividad reglada) debe de ser la continuación de las tradiciones antiguas, paganas, ya que nunca se fue del calendario.
ResponderEliminarMuchas gracias por dedicarme tu tiempo :-)