Otro de mis descubrimientos musicales fortuitos, esta vez hecho a través de youtube, mientras buscaba algo que, como de costumbre, no tenía nada que ver con esto. Una imagen poderosa capturó mi atención y me dejó clavada a la pantalla durante los siguientes seis minutos y pico, que es lo que dura este impresionante vídeo:
La canción es Umai, un sencillo lanzado en 2016 que pertenece al primer larga duración de la banda, llamado MATRIARCH, que vio la luz el 3 de noviembre de este año, es decir, hace nada. Shireen lo describe así en su página de facebook:
«Nuestro primer álbum de larga duración, Matriarch, trata sobre temas de exploración personal, la fuerza de nuestras emociones, la feminidad, la divinidad, nuestra belleza y nuestra crudeza, y se pregunta acerca de lo que nos hace humanos y lo que nos hace algo más que eso.
El álbum contiene doce canciones únicas, incluyendo el hit "Umai", que mezclan folk, pop y rock acústico con muestras electrónicas y beats».
Yo vi por primera vez el vídeo el 31 de octubre último, y me pareció de lo más oportuno, por Samhain, fecha emblemática para mí, y también por lo que estábamos preparando para el día 1 de noviembre: nuestra Fantasmal Compaña del Día de Muertos.
Con Umai contectaba además de nuevo, de manera inesperada, con toda la investigación que estuve llevando a cabo el pasado mayo acerca de mis queridas Diosas del Huerto: las Diosas Madre del Mundo antiguo, las Diosas de África, alguna de las Diosas de Oceanía, de América, de Asia y de Europa.
Ello es debido a que el título de la canción, UMAI, se refiere a Umai —también conocida como Ymai o Mai— la diosa madre de los siberianos. Una deidad a la que se suele representar como una mujer con sesenta trenzas doradas, que simbolizan los rayos del sol. Se cree que es asimilable a la diosa Ot de los mongoles. Y la diosa hindú Umá también puede ser la misma Umai.
Umai conforma, junto con sus dos hijas, la trinidad más antigua de la mitología rusa. Los nativos de la región identifican a las hijas con los picos más altos de los montes Altai. Un lugar donde pervive uno de los chamanismos de origen femenino más antiguos del planeta, algo que las violentas prédicas cristiana, islámica y soviética atea no lograron eliminar del todo.
Pero volvamos a la banda Shireen, creadora y abanderada del enigmático género al que han bautizado como «Witchpop» y al que la crítica musical define así: un nuevo género musical que combina folk, pop y rock acústico con samples y beats electrónicos. Sus canciones son enérgicas, misteriosas, hechizan por su belleza y son capaces de llevarte a mundos musicales nuevos y desconocidos.
El sello de fábrica de Shireen es un sonido vivaz, profundo e innovador que sirve para sostener y abrazar la voz apasionada de la vocalista Annicke Shireen. Sus influencias abarcan artistas como Björk, Kate Bush, Apocalyptica y Tool.
Aquí, de nuevo, los miembros de la banda, pero esta vez uno por uno.
Annicke Shireen - Vocals •
Thomas Sebastiaan - Semi-acoustic guitars •
Marijn Sies - Drums, other percussion •
Hein Bles - Bass guitar •
Sophie Zaaijer - Cello, violin •
Guido Bergman - Drones, beats, noise
En esta imagen el grupo con dos invitados de honor, en la edición de invierno del Castlefest 2015. Se trata de son Daphyd Sens y Rob van Barschot, ambos pertenecientes al grupo, también holandés, de pagan-folk llamado OMNIA.
Por si tenéis curiosidad, cuelgo también un vídeo de «OMNIA», otra gran banda con muchos elementos comunes y una larga trayectoria a sus espaldas.
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